Madrid y Bar?a, dos im¨¢genes opuestas
Ambos llegan al quinto partido por caminos diferentes. Para los de Laso, la Final Four ser¨ªa una gesta. Para los de Jasikevicius, no jugarla, un batacazo.
Los pron¨®sticos se?alaban a tres equipos por encima del resto para conquistar la Euroliga, pero el playoff ha embarrado a dos de ellos en una ci¨¦naga de dudas. El ¨²nico que ha cumplido las predicciones ha sido el CSKA de Mosc¨², que resolvi¨® su choque ante el Fenerbah?e con desenvoltura: 3-0. Ni el Efes ni el Bar?a, los otros dos grandes candidatos, pueden decir lo mismo. Los dos se han enredado en sus eliminatorias y tendr¨¢n que buscar el pase a Colonia en el quinto partido ante el Real Madrid y el Zenit, respectivamente. Ambos siguen siendo los favoritos para acceder a la Final Four, sus rotundas plantillas y sus actuaciones en la liga regular as¨ª lo indican, pero llegar¨¢n al duelo decisivo con m¨¢s interrogantes que sus rivales y con m¨¢s que perder. Una losa que puede hundirles.
Las series del Efes y del Barcelona han tenido desarrollos diferentes, aunque el afluente haya desembocado en el mismo r¨ªo. Los turcos dominaron los dos primeros partidos con sendas palizas que auguraban una soluci¨®n r¨¢pida. As¨ª era hasta que restaban cinco minutos para el final del tercer encuentro, con 13 puntos arriba. El Madrid tir¨® entonces de tes¨®n, con una remontada incre¨ªble, que repiti¨® en la cuarta cita, gracias a h¨¦roes puntuales como Sergio Llull y Usman Garuba, agarrados al orgullo. Un tercer milagro parece inviable, pero el baloncesto, m¨¢s all¨¢ de sus estad¨ªsticas, tambi¨¦n es un estado de ¨¢nimo, como cualquier deporte. La evoluci¨®n del Bar?a ha sido diferente, porque en ning¨²n duelo se le ha visto superior. Sus viejos conocidos Xavi Pascual y Kevin Pangos le tienen tomada la medida desde el principio: ganaron el primer combate, forzaron la pr¨®rroga en el segundo, apalizaron este viernes en el cuarto... Ante este panorama, las im¨¢genes que proyectan Madrid y Bar?a son opuestas. Para los de Laso, la Final Four ser¨ªa una gesta. Para los de Jasikevicius, no jugarla, un batacazo.
