Nadal es un cl¨¢sico de primavera
La temporada de tierra batida es un cl¨¢sico de primavera asociado desde hace tres lustros a un nombre propio: Rafa Nadal. El incontestable dominador de la superficie, que ha pasado el rodillo por todos sus r¨¦cords, regres¨® este mi¨¦rcoles al circuito en el Masters 1.000 de Montecarlo, uno de sus torneos talism¨¢n. Rafa se ha coronado 11 veces en el Principado, donde tiene un balance de victorias de 72-5 desde su debut en 2003. Con un palmar¨¦s as¨ª, sobra decir que Nadal es el favorito siempre que juega en M¨®naco o en cualquier competici¨®n sobre arcilla. Su estreno ante Federico Delbonis as¨ª lo verifica: 6-1 y 6-2 en una hora y 20 minutos.
A pesar de ese marcador, de las sensaciones y de los antecedentes, hay que ser cautos con todo lo que rodea a Nadal, que nos tiene acostumbrados a reapariciones a lo grande, pero tambi¨¦n a penurias f¨ªsicas que erosionan su trayectoria. El balear llevaba 56 d¨ªas sin jugar antes de saltar a la pista Rainiero III, desde que cay¨® eliminado en los cuartos de final del Open de Australia ante Stefanos Tsitsipas, y se ha plantado en la Costa Azul con menos partidos previos que nunca, s¨®lo cinco, a causa de aquellos dolores de espalda que mermaron su arranque del curso. La prudencia siempre es buena consejera.
Nadal es el rey de la tierra, y su ¨²ltimo recital en Roland Garros, all¨¢ en octubre, invita a pensar que puede seguir si¨¦ndolo. Su experiencia tambi¨¦n suma. Par¨ªs vuelve a ser la meta que asoma en el horizonte, por supuesto. Pero hay que ir partido a partido, con esp¨ªritu cholista. En este escenario tambi¨¦n ha regresado Novak Djokovic, en su caso despu¨¦s de coronarse en Melbourne y de conquistar su 18? Grand Slam. El serbio puede presumir, adem¨¢s, de ser el ¨²nico tenista capaz de haber batido dos veces al espa?ol en Montecarlo. Cautela, insisto. La tierra batida ha vuelto, un cl¨¢sico de primavera. Y con ella Nadal, su monarca hist¨®rico. Disfrutemos de cada raquetazo. As¨ª nos sabr¨¢ mejor.