Jos¨¦ Manuel Franco por Irene Lozano

Alejandro Blanco, presidente del COE, ha tratado desde que lleg¨® al cargo con siete secretarios de Estado. Ahora le tocar¨¢ el octavo. El primero fue Lissavetzky, que dur¨® siete a?os, r¨¦cord de permanencia desde el General Moscard¨®. Miguel Cardenal se mantuvo cuatro. El resto han sido fugaces. Entre Lissavetzky y Cardenal pasaron Albert Soler y Matilde Garc¨ªa (¨¦sta en funciones), y tras ¨¦l, Jos¨¦ Ram¨®n Lete, Mar¨ªa Jos¨¦ Rienda e Irene Lozano, que deja el puesto a Jos¨¦ Manuel Franco, hasta ahora delegado del Gobierno en Madrid, y que cae al cargo resbalando desde un baile de sillas. Todo eso con Zapatero, Rajoy y Pedro S¨¢nchez.

No es nuevo. Aznar lleg¨® a tener hasta cuatro en un mismo ciclo ol¨ªmpico: Pedro Antonio Mart¨ªn Mar¨ªn, Santiago Fisas, Francisco Villar y G¨®mez Angulo. El que hoy entra, Franco, ser¨¢ el quinto entre Juegos y Juegos, si bien esta vez es as¨ª por el aplazamiento de los de Tokio. Pero el caso es que llega a cuatro meses de la cita. Para los presidentes de federaciones este baile es una incomodidad y les hace sentir el desd¨¦n de los pol¨ªticos por el deporte. Con demasiada frecuencia (o mejor, casi siempre) cae ah¨ª alguien a quien se quer¨ªa colocar y no se encontraba d¨®nde. Y luego se los llevan para tapar un agujero en otro sitio.

Sin ir m¨¢s lejos, Irene Lozano lleg¨® con el m¨¦rito de haber sido amanuense de Pedro S¨¢nchez y se va para reforzar la lista de Gabilondo a la Comunidad. Jos¨¦ Manuel Franco aterriza ah¨ª a consecuencia de una renovaci¨®n de delegaciones del Gobierno que le hace perder la suya. La saliente fue activa, empuj¨® algunas causas, pero el ¡®Pacto de Viana¡¯ dur¨® lo que un helado en agosto y siguen colgadas la Ley del Deporte y la reforma de la del dopaje. Se llev¨® fatal con su ministro, por decirlo todo. El nuevo, un ¡®aparatchik¡¯ puro, conoce del deporte lo que se pilla entre croqueta y croqueta en el palco del Madrid, del que es asiduo.