La primavera se viste de corzos
A muy pocos d¨ªas de dar por finalizado el mes de marzo, ya tenemos en el punto de mira el momento so?ado por infinidad de apasionados del rececho al corzo (Capreolus capreolus).
A muy pocos d¨ªas de dar por finalizado el mes de marzo, ya tenemos en el punto de mira el momento so?ado por infinidad de apasionados del rececho al corzo (Capreolus capreolus).
El rececho siempre es una delicia, sin duda mi modalidad de caza preferida. Y si hablamos del corzo, no hay que decir nada m¨¢s. A esta caza le adorna una cascada de virtudes venatorias que enamora a todos los que se inician en ella.
Quiz¨¢ sean los indescriptibles escenarios donde se rececha reci¨¦n iniciada la primavera, la estaci¨®n de la belleza que llena de colores y olores nuestros campos y en la cual, no se practica la caza menor ni tampoco hay monter¨ªas. Quiz¨¢¡
Pero por encima de todas estas casu¨ªsticas, su propia magia reside en que la pr¨¢ctica del rececho del corzo es una forma de caza muy personal y satisfactoria como pocas. Consecuencia de ello, poco m¨¢s se puede a?adir para entender por qu¨¦ este peque?o c¨¦rvido desata tanta pasi¨®n. Se gan¨® el nombre de ¡°duende del bosque¡±.
El tel¨®n est¨¢ a punto de levantar y todo dispuesto para disfrutar del corzo vi¨¦ndole carear por las incipientes siembras abrile?as. Inolvidables se convierten esas ma?anas primaverales, aun sintiendo el fr¨ªo en nuestros rostros, a las que la naturaleza pone sinton¨ªa, olores y colores, al igual que ocurre en los alborotados atardeceres de esta infinita estaci¨®n, c¨®mplice del color y de las fugaces nubes grises.
Con la funci¨®n casi comenzada para disfrutar de la mejor de las actuaciones del a?o, quiero darles un consejo para evitar lamentaciones posteriores. ?Ojo!, esta temporada, antes de disparar, observen, juzguen y valoren bien el trofeo del animal que tienen delante.
As¨ª que ya saben, salvo los ejemplares adultos, cuyas cuernas estar¨¢n limpias de correal en estas fechas en cualquier latitud, tengan cuidado en la toma de decisiones, no se precipiten en el momento de apretar el gatillo y valoren bien las hechuras del animal y su trofeo, en especial la altura y grosor del mismo. Piensen que, para a?os sucesivos, puede ser un corzo mucho mejor.
En mi modesta opini¨®n, considero que no se hace ning¨²n da?o al medio por quitar un buen trofeo, pues en breve ser¨¢ reemplazo por otro macho buscando el dominio de ese territorio. As¨ª llegan sangre y fuerza nuevas y los ejemplares j¨®venes mejor dotados pasan a ocupar una categor¨ªa superior, a tener unas posibilidades, que de otra forma hubiera sido complicado que obtuviesen, al menos durante un tiempo.
Tampoco dejemos pasar por alto, que el tiempo afecta mucho a la hora de salir "tras los duendes".
La caza del corzo, sobre todo en los primeros compases de temporada, cuando la primavera muestra m¨²ltiples registros climatol¨®gicos, est¨¢ fuertemente condicionada por el tiempo, de ah¨ª que convenga tenerlo presente a la hora de planificar las salidas. Y como bien dice nuestro refranero "En abril...", pues eso.
Los resultados pueden variar de manera manifiesta de recechar o esperar bajo condiciones digamos ¨®ptimas, a hacerlo sometidos a una lluvia incesante, un calor extremo, una copiosa nevada o un intenso viento. Aun as¨ª, hay veces en las que no podemos alterar nuestros planes, pues s¨®lo nos es posible acudir a cazar unos d¨ªas concretos, y tenemos que superar, adem¨¢s de las dificultades que nos ponen los corzos, aqu¨¦llas provenientes de factores atmosf¨¦ricos adversos. En estos casos no viene mal que ¡°la suerte te acompa?e¡±.
Adem¨¢s, que el tiempo no sea todo lo bueno que dese¨¢semos -e incluso si resulta francamente contrario a nuestros intereses cineg¨¦ticos- no significa que los corzos no se muevan y concedan algunas oportunidades para su abate.
Ser¨¢ m¨¢s complicado y tal vez los machos no se encuentren donde acostumbramos a verlos ni a las mismas horas, pero ah¨ª seguir¨¢n a pesar de las inclemencias, por lo que, encomend¨¢ndonos al tes¨®n personal, a encontrarnos en el lugar apropiado en el momento justo y un poco a la fortuna, podremos lograr nuestro objetivo.
De por s¨ª el corzo es un animal m¨¢gico y de caza dif¨ªcil, pero no cambio por nada del mundo los primeros d¨ªas de esta estaci¨®n, donde la naturaleza se viste de gala, detr¨¢s de los ¡°duendes¡±. En mi caso y de momento, con c¨¢mara en mano.
?Salud y buena caza!