La pel¨ªcula en movimiento de Isak y la mudanza de Morales
A toda mecha
Se tiende a exagerar con los talentos precoces, siempre tan sensible la platea futbol¨ªstica a la aparici¨®n de nuevas promesas, aunque muchos s¨ª merecen una especial atenci¨®n. Cada paso que ha dado Isak (21 a?os) durante su carrera ha causado cierto revuelo. Es un jugador de extremos, complicado a veces de escrutar. Sucedi¨® en su primera temporada en la Real Sociedad y ahora vuelve a ocurrir despu¨¦s de un inicio dubitativo. Son cuatro jornadas seguidas marcando. En Isak se aprecia una virtud muy reputada en el f¨²tbol actual. Nunca deja de moverse. Es el principal patrimonio en alguien que alcanza velocidades de 35 km/h sin aparente esfuerzo. La continua b¨²squeda de espacios a la espalda del C¨¢diz pone en valor su dinamismo. Ante bloques ajustados estirar a la defensa rival es una clave capital. Pero Isak todav¨ªa no es un producto terminado, incluso necesita a?adir algo de pausa en la finalizaci¨®n. Mientras tanto, seguir¨¢ corriendo.
La veteran¨ªa bien llevada
El transcurso del tiempo acostumbra a obligar a una readaptaci¨®n del cat¨¢logo. En este proceso hay transformaciones m¨¢s y menos eficaces. No admite discusi¨®n que la evoluci¨®n de Morales (33 a?os) es un ejemplo de utilidad. Al capit¨¢n del Levante, tan feliz con el ¨¦xito copero y la renovaci¨®n de su contrato, ya no se le ven de forma recurrente esas conducciones en las que dejaba atr¨¢s contrarios como si nada. Esta temporada es la que menos desborda: 0,8 regates por partido y 35% de ¨¦xito. Esta merma no importuna a su juego y menos a su efectividad. Es un atacante m¨¢s intuitivo y de mayor decisi¨®n en la frontera del ¨¢rea como acredit¨® en su doblete frente al Granada. Su cuenta de goles y asistencias ¡ªdiez y tres, respectivamente¡ª estima su pragm¨¢tica reconversi¨®n.
Tu esencia
El m¨ªnimo exigible en un equipo no es otro que competir desde tus virtudes, sean cuales sean. Le ha costado hacerlo al Alav¨¦s desde el aplaudido regreso de Abelardo, pero partidos como el del Valladolid reafirman el acierto de esta decisi¨®n. Fue el conjunto ordenado, intenso y pr¨¢ctico de tiempo atr¨¢s. Sabe que no puede relajar sus coberturas en defensa; no lo hizo. Sabe que el juego directo y las acometidas por los costados son su v¨ªa de ataque; pues as¨ª lo ejecut¨® (76% de jugadas ofensivas por las bandas). La arquitectura de su triunfo se ciment¨® en la contundencia de cada cosa que realiz¨®. No se puede decir lo mismo del Valladolid de Sergio, cada vez m¨¢s lejos de lo que era.
Exceso de celo
Cuando se deja escapar un 0-2, algo se ha hecho muy mal. No se puede agarrar el Villarreal a su excesiva dependencia en Gerard Moreno para explicar el tropiezo ante el Elche. Tan cierto es que la salida del campo del delantero le arrebat¨® de su faro ofensivo como que de fondo se atisba un pecado de conformismo. Por empuje del Elche e iniciativa propia dio dos pasos hacia atr¨¢s. Su posici¨®n media durante el encuentro se ubic¨® en 50,5 metros de distancia a su porter¨ªa. Solo ante Atl¨¦tico, Real Madrid y Barcelona present¨® un dato m¨¢s bajo. Respecto al duelo de la primera vuelta contra el equipo franjiverde, que tambi¨¦n termin¨® en empate, la diferencia asciende hasta 11 metros. El Villarreal quiso guardar lo conseguido y se boicote¨® a s¨ª mismo.