La expectativa del gol persigue a I?aki Williams
El t車pico y el deseo
El dominio real
El Sevilla de los finales lo hizo otra vez, pero lo mereci車 mucho antes. La victoria en Mestalla trae luz al bloque de Lopetegui tras el patinazo frente al Valladolid. Fue mejor de principio a fin, con una propuesta brillante por momentos, sin alterarle el cambio de sistema de Javi Gracia a tres centrales. Con superioridad por dentro con Fernando, Jord芍n y ?scar, despu谷s Rakitic, los centrocampistas conectaron con el hombre libre y movieron con suficiente rapidez para obtener situaciones ventajosas en las bandas 〞51 metros de ancho de juego y 65% de ataques por los costados〞 ante los carrileros locales. El Sevilla vivi車 en campo rival, pero el golpe decisivo de Suso deriv車 de una acci車n de contraataque dibujada por el alto perfil t谷cnico de sus jugadores. Es la doble condici車n de este equipo, capacitado para jugar a cosas distintas y casi siempre con 谷xito.
Reconocerse
El camino de la victoria pasa por reencontrarse a uno mismo.?La terapia de Osasuna frente al Elche no le alcanz車 para ganar, aunque al menos le sirvi車 para recuperar sus desaparecidas se?as de identidad. Se vio a un equipo con iniciativa, muy vertical y pegajoso en la presi車n, m芍s ajustada que en compromisos previos. Casi la mitad de sus pases fueron hacia delante y su estrategia de recuperaciones se ubic車 a 46,2 metros de distancia media a su porter赤a. El regreso a la titularidad de Brasanac, uno de los jugadores en los que tan bien se mimetiza el estilo de Osasuna, result車 sintom芍tico. El serbio, adem芍s de contarse diez robos, hizo el que parec赤a el gol del triunfo, pero la precariedad en 芍rea propia volvi車 a evitarlo despu谷s. Aun as赤, la realidad futbol赤stica se debe anteponer por ahora a la preocupante din芍mica de resultados. Ni mucho menos est芍 agotado el proyecto centenario de Arrasate. Este Osasuna no se entiende sin 谷l.