El im¨¢n de Mike Tyson
En Mike Tyson, como ocurr¨ªa con Maradona, los extremos se tocan. Confluyen. Conviven con sus contradicciones dentro del mismo hombre.?'Iron Mike' fue capaz de mostrar lo mejor de un boxeador sobre un ring, con una capacidad de destrucci¨®n en los pu?os nunca vista, y tambi¨¦n lo peor de una persona. Por eso, como ocurri¨® con Diego, es un im¨¢n con un incre¨ªble poder de atracci¨®n. Ante ¨¦l, se siente la poderosa llamada del abismo. "Soy como t¨², a m¨ª tambi¨¦n me gustan las frutas prohibidas", dijo una vez. Tyson sit¨²a a la gente frente al espejo.
Quince a?os despu¨¦s, alejado de las drogas pero due?o de un boyante negocio de producci¨®n de cannabis (otra vez las contradicciones...), decidi¨® subirse a un ring. Desfil¨® por el Staples Center, que hubiera llenado sin las restricciones por la COVID-19, con una sudadera con el nombre de Brownsville, el agujero de Brooklyn del que sali¨® gracias al boxeo y a Cus D'Amato. Su Villa Fiorito al que siempre volv¨ªa a¨²n estando en la cima del mundo. Se apareci¨® Tyson y volvi¨® a convocar a sus fieles ante las pantallas. Pero fue s¨®lo un divertimento. Roy Jones Jr. (se retir¨® hace dos a?os) cuid¨® del mito y este se permiti¨® lanzar alguna mano con gusto, pero sin el poder de anta?o. Ya est¨¢. Un combate oficial es otra cosa. Esto fue un ejercicio de nostalgia que no debe ir m¨¢s all¨¢. Algo bonito mientras dur¨®.