?Qui¨¦n se cree Llorente que es?
Marcos Llorente marc¨® en su momento dos goles al Liverpool que no solo apearon al equipo de Kloop de la Champions. Eso fue casi lo de menos, porque despu¨¦s vino el Leipzig y mand¨® al Atl¨¦tico a casa con las manos en los bolsillos; aunque las grandes machadas que no sirve para ganar nada se quedan con uno para siempre, y al menos le permiten decir de vez en cuando "qu¨¦ bonito fue". Aquellos dos goles, digo, convirtieron de paso al propio Llorente en mucho mejor jugador de lo que cre¨ªamos que era. Fue un acto casi prodigioso, como cuando el mago te corta en tres con un serrucho, separa las partes, las vuelve a unir, y al cabo est¨¢s entero. Hizo esos goles, digamos, y se transform¨® en otro futbolista, en uno que casi puede ejecutar las jugadas que sue?a.
Quiz¨¢ recuerden la an¨¦cdota del entrenador escoc¨¦s John Lambie. En sus a?os a cargo de la direcci¨®n t¨¦cnica del Partick Thistle F.C. oblig¨® a un delantero que hab¨ªa perdido el conocimiento en un choque con un defensa, a seguir jugando. El m¨¦dico aleg¨® que el chaval no estaba bien, ni siquiera recordaba qui¨¦n era. "Perfecto", respondi¨® John Lambie, "dile que es Pel¨¦ y m¨¢ndalo al centro del campo". ?Jug¨® como Pel¨¦ al regresar al terreno de juego? El nuevo Llorente lo har¨ªa, aunque fuese solo por cumplir las ¨®rdenes de Lambie.
Tener una desmandada seguridad en ti mismo, confiando en que puedes hacer cualquier cosa que te propongas, es el perfecto estado de ¨¢nimo, al alcance de pocos. Llorente parece haber accedido a esa etapa ¨Cque no dura para siempre, ojo¨C en la que se cree Llorente, nada menos. Un estado as¨ª hay que vigilarlo. Puede ¨ªrsete de las manos. En cierta ocasi¨®n Humphrey Bogart, durante una de sus borracheras ilustres, destroz¨® el mobiliario del club Morocco. No se trat¨® de una an¨¦cdota aislada. El propietario del club Chasen, de Beverly Hills, tambi¨¦n sab¨ªa qu¨¦ era que el actor te destrozase los muebles del local. Sol¨ªa comentar que "Boggie es un tipo encantador hasta eso de las once y media de la noche. A partir de ah¨ª no lo aguanta ni Dios. Se cree Humphrey Bogart".