Son 60 de Maradona y 33 de Messi
60 a?os ha cumplido Maradona hace pocos d¨ªas, qu¨¦ le vamos a hacer, el tiempo pasa para todos. De ¨¦l no podemos decir que est¨¦ envejeciendo bien, pero en nuestro recuerdo y en sus pel¨ªculas sigue tan fresco y chispeante como cuando marcaba goles para el N¨¢poles o como cuando Dios le prest¨® la mano para marcarle un gol a Shilton, milagro que devolvi¨® volcando luego un cami¨®n de ingleses para marcar otro gol que remontaba definitivamente la desventaja arrastrada desde Las Malvinas. Maradona ha hecho muchas tonter¨ªas desde entonces, pero no hay polvo ni barro bajo los que enterrar tanto brillo como acumul¨® antes.
Cumplir 60 a?os es doblar una esquina, y se me ocurre que para un futbolista cumplir 33 tambi¨¦n lo es. Supone adentrarse en un tiempo en el que las respuestas del cuerpo empiezan a no ser las mismas. No ocurre de un d¨ªa para otro, s¨®lo es tenuemente perceptible al principio, pero llega el momento en que ese desgaste se hace n¨²mero. De repente, al hombre que marc¨® 91 goles en un a?o natural empieza a costarle marcar si no es de penalti. A¨²n apila defensas en serie, pero el ¨²ltimo se la quita, y si no el tiro sale fuera por poco, o lo para el portero por otro poco. Los mismos tiros que antes entraban, de uno en uno o de tres en tres.
Esos 33 son los a?os que ha cumplido Messi. La edad de Cristo y de Alejandro Magno. Le han cundido, desde luego. Le quedan a?os para jugar de maravilla y muchos goles por meter, pero inevitablemente ir¨¢ a menos, porque la biolog¨ªa es as¨ª. Hace poco vi en El Golazo de GOL un buen reportaje que hac¨ªa ver acciones en las que le faltaba la d¨¦cima de segundo que antes no le faltaba. Eso explica la mengua de goles y ese malhumor creciente que le frunce el entrecejo. Tiene f¨²tbol m¨¢s que de sobra para sobrevivir a la p¨¦rdida de la velocidad, pero deber¨¢ adaptarse a su nuevo cuerpo. Otros lo hicieron antes y le sobra sabidur¨ªa para ello.