El Cl¨¢sico llega con l¨ªo Mirotic
No es semana de Cl¨¢sico, sino de Cl¨¢sicos. Porque al Bar?a-Madrid de f¨²tbol del s¨¢bado en LaLiga precede un d¨ªa antes el duelo entre ambos en la Euroliga de baloncesto, tambi¨¦n en la Ciudad Condal. Por aquellas casualidades del deporte, el Real Madrid llega en ambos casos con peores sensaciones, demasiado pronto para llamarlo crisis, aunque se le parezca bastante. Las ¨²ltimas derrotas de los de Zidane ante el C¨¢diz y el Shakhtar colocan al equipo al borde del sonrojo; mientras que el balance continental de los de Pablo Laso, con tres partidos perdidos y uno ganado, tambi¨¦n muestra una tendencia preocupante. Pese a ello, alrededor de los dos choques se escucha el mismo soniquete: ¡°Esto es un Cl¨¢sico, aqu¨ª puede pasar de todo¡±. Los partidos de m¨¢xima rivalidad anulan las inercias.
El Cl¨¢sico de este viernes llega con el mismo protagonista que en los ¨²ltimos Cl¨¢sicos, pero por diferentes razones: Nikola Mirotic. Ya nada tiene que ver con el malestar suscitado en la afici¨®n blanca por el fichaje de su canterano por el eterno rival, ni por la subida de decibelios que provoca su presencia en la cancha. La pol¨¦mica, esta vez, est¨¢ asociada al protocolo de la pandemia. Mirotic se entren¨® este jueves y el Barcelona quiere que juegue, pero con el texto en la mano, el hispano-montenegrino no podr¨ªa alinearse porque no ha cumplido la cuarentena de 14 d¨ªas, aunque haya dado negativo en los ¨²ltimos PCR. Por lo que se ve, ni la ausencia de p¨²blico resta tensi¨®n a la cita. La Euroliga se comprometi¨® a primeros de curso a ser flexible con las reglas anticoronavirus, hasta el punto de que ya ha cambiado condiciones, como suprimir las derrotas por 20-0 para los equipos no comparecientes. No ha gustado a todos, porque el Khimki, por ejemplo, jug¨® dos partidos con j¨®venes, mientras otros rivales se quedaron en casa. Habr¨¢ que ver qu¨¦ se decide con Mirotic, pero las normas tienen que ser claras.