La lecci¨®n de Djokovic

La imagen se ha viralizado desde la noche del domingo: el pelotazo de Novak Djokovic, involuntario pero imprudente, a una juez de l¨ªnea durante los octavos del US Open. Hubo un momento de angustia, cuando la ¨¢rbitra respiraba con dificultad por el impacto. Y luego otro de tensi¨®n, cuando Nole conoci¨® la consecuencia de su temeridad: descalificado. Con los reglamentos en la mano, tanto el de Grand Slams como el de la ITF, no hab¨ªa otra decisi¨®n posible. Lanzar la pelota "intencionada", "peligrosa", "imprudente" o "violentamente", "con ira" o "sin tener en cuenta las consecuencias" supone la salida fulminante del torneo. En ning¨²n caso se juzga la voluntariedad, sino el acto en s¨ª. Hay otros precedentes, no muchos, como el bolazo de Shapovalov al juez de silla en la Copa Davis o las patadas de Nalbandian a la caja donde se sentaba un l¨ªnea en Queen's, pero la repercusi¨®n de este caso ha sido mayor por tratarse de quien se trata... Y justo por ser quien es, la expulsi¨®n de Novak ha provocado un inevitable debate: "?Es una medida exagerada que merece una revisi¨®n?"

Djokovic se jugaba su 18? Grand Slam, engordar el n¨²mero uno, unas suculentas ganancias y una elevada raci¨®n de prestigio. Salir de un grande por una acci¨®n sin mala intenci¨®n parece excesivo. A pesar de ello, Nole caus¨® un da?o que pudo ser mayor. Eso lleva el caso al ¨¢mbito del jugador, no de la norma. Un tenista, como cualquier deportista, debe dominar sus emociones, por mucha tensi¨®n que haya en el juego. Ese fue su error. Porque aqu¨ª s¨®lo hubo eso: una equivocaci¨®n. No ser¨ªa justo se?alar ahora a Djokovic como si fuera un ogro o un Kyrgios. El serbio ha tomado nota, basta con leer su disculpa y su conclusi¨®n: "Necesito buscar en mi interior y trabajar en mi decepci¨®n, para convertir todo esto en una lecci¨®n para mi crecimiento y evoluci¨®n como jugador y persona". As¨ª sea.