El tenis sin Nadal
Pablo Carre?o y Alejandro Davidovich se enfrentan este domingo en octavos a Novak Djokovic y Alexander Zverev, n¨²meros uno y cuatro del torneo, respectivamente. Si pierden sus partidos, algo previsible ante dos rivales de mayor calibre, Espa?a se quedar¨¢ sin representaci¨®n individual en el US Open, despu¨¦s de que Roberto Bautista, que part¨ªa como octavo favorito del cuadro, perdiera este s¨¢bado contra pron¨®stico ante Vasek Pospisil en cinco sets. Garbi?e Muguruza ya se qued¨® fuera el jueves, s¨®lo dur¨® dos lances. No hay que echarse las manos a la cabeza, y menos con dos supervivientes en liza. Hay que jugar. Simplemente estamos ante una radiograf¨ªa del tenis espa?ol en un Grand Slam sin su referente de los ¨²ltimos a?os: Rafa Nadal¡ Y sin David Ferrer, ya retirado.
Muchas veces nos preguntamos por la vida sin Nadal. Nadie espera un clon, porque Rafa es una leyenda. No de Espa?a, sino del Mundo. No de hoy, sino de la Historia. El testigo asomaba en el tenis femenino, con Muguruza y sus dos grandes: un Roland Garros y un Wimbledon. Pero pronto se comprob¨® que Garbi?e es otra cosa, destellos puntuales en un camino de irregularidad. La hispano-venezolana llevaba un buen 2020, sin bajarse de los cuartos y con una final en Australia, pero el confinamiento no le ha sentado bien. Hay que darle ese margen. Ante este escenario, Bautista era el candidato, un hombre que coquetea con el top-10 y que tuvo a Djokovic contra las cuerdas en Cincinnati. Pero en un Grand Slam siempre hay partidos que se enredan. Oportunidad perdida. Por esta raz¨®n, la presencia de Davidovich en esta fase es tan importante. Desde Nadal en 2008, ning¨²n espa?ol llegaba a octavos a los 21 a?os. En otro horizonte aparece Carlos Alcaraz, pero ?lex es la sucesi¨®n m¨¢s cercana. Un chorro esperanzador de aire fresco. Que no es Nadal ni lo ser¨¢. Pero anima.