El final del verano
El monte destila olor a tierra mojada, a jornada de setas, a candelas encendidas al ocaso del d¨ªa. Nuestros campos en esta estaci¨®n, son sin duda para esta servidora, un gran espect¨¢culo.
Cuando era una ni?a, me encantaba el final del verano. Para mi, no significaba un final como tal, lo ve¨ªa como un comienzo: el oto?o. Despedimos eso s¨ª, las especies migratorias que pasan con nosotros el est¨ªo y ahora parten a lugares donde pasa el fr¨ªo desapercibido, y recibimos a los que llegar¨¢n a pasar la invernada con nosotros.
Daba comienzo un nuevo curso escolar, que en mi caso, me llenaba de ilusi¨®n, adem¨¢s esta m¨¢gica estaci¨®n colorea nuestros montes como a un lienzo en tonos ocres, amarillos y rojizos, entre otros. El monte destila olor a tierra mojada, a jornada de setas, a candelas encendidas al ocaso del d¨ªa. Nuestros campos en esta estaci¨®n, son sin duda para esta servidora, un gran espect¨¢culo.
Todos los a?os esperaba con una cascada de impaciencia, el fin de semana que mi padre me llevaba al pueblo que le vio nacer, a ¨¦l y a toda su familia, El Pardo, para disfrutar siempre de su mano, de la berrea del ciervo y la ronca del gamo. Un completo y absoluto privilegio. Aunque la titularidad del Monte de El Pardo pertenece a Patrimonio Nacional y la mayor parte de su extensi¨®n se encuentra cerrada al p¨²blico, siempre encontraba un sitio preferente para que, junto a mi hermano, pudi¨¦ramos disfrutar de uno de los momentos m¨¢s m¨¢gicos, que la naturaleza nos regala.
Recordando hace unos d¨ªas tan dulces recuerdo, no puede evitar la tristeza. En primer lugar, porque ya no puedo disfrutar de la berrea con mi padre, y en segundo lugar, por una noticia que hab¨ªa le¨ªdo la misma ma?ana acerca de la prohibici¨®n de cazar en Parques Nacionales que entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo 5 de diciembre, una vez finalizada la moratoria establecida para la Ley 30/2014, de 3 de diciembre de Parques Nacionales, que tendr¨¢ graves consecuencias socioecon¨®micas para los municipios del entorno de estos espacios.
Dicho desprop¨®sito lo anunciaba la Fundaci¨®n Artemisan que seg¨²n se?ala, esta medida no solo afectar¨¢ a los propietarios de las fincas, que tendr¨¢n que ser recompensados con importantes indemnizaciones que saldr¨¢n del bolsillo de todos los espa?oles en un momento tan complicado como el que vive nuestro pa¨ªs, sino que tambi¨¦n agravar¨¢ la ya complicada situaci¨®n de la econom¨ªa de la zona.
La prohibici¨®n proyectada supondr¨¢ un aumento del desempleo y, por supuesto, un mayor abandono del medio rural, precisamente en un momento en el que el pa¨ªs necesita que todos sus recursos sean debidamente aprovechados y cuando la despoblaci¨®n se ha posicionado como un problema de gran relevancia en la agenda pol¨ªtica y social.
Y es que muchos de los habitantes de los pueblos situados en el interior del Parque o en zonas lim¨ªtrofes viven de la caza y, sobre todo, de las monter¨ªas que se organizan en las fincas situadas en el interior del Parque. A ello se suman due?os de hoteles, restaurantes, gasolineras, rehalas y muchos colectivos y negocios m¨¢s que tambi¨¦n resultar¨¢n afectados.
En este sentido, la Fundaci¨®n Artemisan y la Federaci¨®n Extreme?a de Caza han coordinado la elaboraci¨®n de un informe con las universidades de Extremadura y Castilla-La Mancha, que revela que en la ¨²ltima d¨¦cada los municipios del entorno de los Parques Nacionales de Monfrag¨¹e y Caba?eros han perdido poblaci¨®n, renta y empleo.
En concreto, los 14 municipios del entorno de Monfrag¨¹e (declarado Parque Nacional en 2007) han perdido un 2 % de su poblaci¨®n en los ¨²ltimos 10 a?os, a lo que se suma el descenso de la renta familiar disponible en todos los pueblos de la zona y un aumento del 82 % del n¨²mero de parados. En todos los casos, la evoluci¨®n de estas estad¨ªsticas es peor a la registrada en el conjunto de la provincia.
Si hablamos de Caba?eros, su zona de influencia est¨¢ formada por 6 municipios que, desde la declaraci¨®n de Parque Nacional en 1995, han perdido casi un 19 % de la poblaci¨®n, mientras que el paro ha aumentado m¨¢s de un 40 % en la ¨²ltima d¨¦cada.
Por todo ello, del informe se desprende que es imprescindible abrir un debate sobre el desarrollo de actividades tradicionales en los Parques Nacionales y se?ala que no parece razonable renunciar al aprovechamiento de los recursos end¨®genos, siempre y cuando se haga bajo los principios de una adecuada gesti¨®n.
Para tratar de evitar las graves consecuencias de esta medida, la Fundaci¨®n Artemisan ha puesto en marcha una ronda de reuniones con los diferentes partidos pol¨ªticos, representantes de medio ambiente en el Congreso y el Senado y con los ministerios de Agricultura y Transici¨®n Ecol¨®gica, con el objetivo de proponer alternativas y buscar soluciones a esta preocupante situaci¨®n que, si nadie lo remedia, supondr¨¢ un golpe definitivo a la Espa?a vaciada el pr¨®ximo 5 de diciembre.
Si a todo ello le sumamos la traici¨®n, una vez m¨¢s, del gobierno hacia los cazadores, confirmando que apoyar¨¢ la reforma que apoya la reforma que vulnera los derechos de los cazadores, no os voy a enga?ar, me arruin¨® el d¨ªa.
Como he mencionado anteriormente, un desprop¨®sito. Pero el colectivo cazador y en este caso la Fundaci¨®n Artemisan, seguimos poni¨¦ndonos a disposici¨®n de las administraciones para buscar soluciones y evitar las graves consecuencias de esta medida.
?Buen fin de semana!
V¨ªa: Fundaci¨®n Artemisan