Cristiano y Messi, obsesiones rec¨ªprocas
A Cristiano le amargaba la vida que a Messi le mimaran m¨¢s que a ¨¦l. Cada vez que el Bar?a le sub¨ªa a este el sueldo, se sent¨ªa desdichado y daba la murga: ¡°Estoy triste¡±. Florentino, que nunca le trag¨® del todo, acababa aflojando la mosca a desgana, sabedor de que cada mejora provocaba la cola de los que se llamaban a la parte. Pero la brecha se fue agrandando, Messi cada vez le sacaba m¨¢s y m¨¢s distancia en el sueldo a Cristiano, este agri¨® m¨¢s sus quejas y Florentino le dio salida en el momento oportuno. El desacierto fue no comprar goles que compensaran su salida. Prefiri¨® las gr¨²as a los goles.
Messi ha sufrido una obsesi¨®n rec¨ªproca: las Champions. Las cuatro en cinco a?os que gan¨® el Madrid con Cristiano deslucieron la riada de t¨ªtulos del Bar?a de Messi. ?l lo llevaba dentro y lo solt¨® con lo de ¡°esa copa tan linda y tan deseada¡±. Luego han sido frecuentes las alusiones a que ¡°as¨ª no nos da para ganar la Champions¡±. Las bajas de Puyol, Xavi e Iniesta desmontaron un equipo que Bartomeu no supo reconstruir, en parte porque malgast¨® los 222 millones de Neymar, en parte por las barbaridades gastadas en las renovaciones de Messi y su camarilla. La plantilla es la m¨¢s corta y la m¨¢s cara en sueldos.
Ahora manda un burofax, que es como mandar a los padrinos, y me parece muy desagradecido. Lo manda, ojo, justo al saberse que la renovaci¨®n comienza por su cuate. Messi lleg¨® al Bar?a siendo un ni?o necesitado de tratamiento, creci¨® en la mejor academia del mundo y fue la perla de un grupo extraordinario que sin ¨¦l, por cierto, gan¨® un Mundial y dos Eurocopas. Sin ellos ¨¦l no ha ganado nada con Argentina. Y se le ha echado en falta en las grandes debacles europeas. Bartomeu ha cometido muchos errores, pero el peor ha sido permitir que Messi y su grupo fagocitaran el club.