La Vuelta a Burgos se?ala el camino
La Vuelta a Burgos era una prueba de fuego para el ciclismo. En la pr¨¢ctica, el arranque del calendario, hasta el punto de que la falta de actividad previa hizo que solicitaran la inscripci¨®n 36 equipos en una carrera que hab¨ªa tenido su m¨¢ximo en 18, y que alg¨²n a?o se qued¨® en el 11. Esta vez fueron 22, l¨ªmite para las carreras de categor¨ªa ¡®World Tour¡¯, que la de Burgos a¨²n no tiene y ya merece. La participaci¨®n fue sensacional y su fruto deportivo, con Evenepoel de ganador, magn¨ªfico. Se disput¨®, eso s¨ª, con los dedos cruzados porque cualquier positivo en el pelot¨®n podr¨ªa haber dado al traste con la carrera y comprometido las pr¨®ximas.
Se hicieron las cosas bien. Cinco corredores que hab¨ªan tenido contacto con alg¨²n caso fueron excluidos. Todo visitante penetraba en una burbuja inflexible, cercada por geles y alfombrillas. Cualquier invitado tuvo que acreditar un test positivo de la v¨ªspera, incluso el presidente de la Federaci¨®n o el de las Cortes Auton¨®micas. Alg¨²n alto cargo que no lo tuvo a tiempo no fue admitido. Tres coches por delante de la carrera insist¨ªan en los pueblos en que el p¨²blico llevara mascarillas. A los puertos no entraron coches, s¨®lo aficionados a pie o en bicicleta, aquellos con la mascarilla puesta, estos con ella dispuesta para cuando se apearan a ver la carrera.
Los ciclistas iban a la salida con mascarilla, se les recog¨ªa con el banderazo de salida y recib¨ªan otra en meta. Los equipos no cambiaron de hotel, con planta y comedor propios. El ¨¦xito da esperanza a otras rondas, aunque en ellas no ser¨¢ tan f¨¢cil. Las grandes vueltas son itinerantes, cada d¨ªa ciudad y hotel nuevos. Y cualquier corredor que d¨¦ positivo habr¨¢ sido un foco m¨®vil durante horas en el pelot¨®n, lo que obligar¨ªa a suspender. Los grandes organizadores a¨²n cruzan los dedos, y m¨¢s dado que el laboratorio s¨®lo comunica los resultados a los equipos. Esto ha empezado bien, s¨ª, pero no ha hecho m¨¢s que empezar...