Caza y Ley de Protecci¨®n Animal

La Real Federaci¨®n Espa?ola de Caza (RFEC) ha solicitado a la Direcci¨®n General de Derechos de los Animales su participaci¨®n en la elaboraci¨®n y el desarrollo del proyecto normativo estatal de protecci¨®n animal.

Aunque para muchos esto significa una contrariedad ¨¦tico-jur¨ªdica (el hecho de abatir una especie cineg¨¦tica en acci¨®n de caza reglada fuera un delito por maltrato animal), esta cuesti¨®n no es ninguna nimiedad; adem¨¢s, por la distorsi¨®n irreal, humanizada y de imposible cumplimiento de la tenencia responsable y protecci¨®n de nuestros fieles compa?eros de caza. Sin rehala no hay monter¨ªa, pero sin perros, no habr¨ªa caza. De esto se valen los animalistas radicales, utiliz¨¢ndolo para atacar constantemente al colectivo cineg¨¦tico.

El inter¨¦s por el bienestar animal no es nuevo, aunque este muy de moda en la actualidad. Desde que el hombre es cazador ha cuidado y adiestrado a los perros, hurones, aves de cetrer¨ªa¡­ con un ¨²nico fin: la caza. Prestigiosos investigadores afirman que fueron cazadores, hace unos 15.000 a 20.000 a?os, los que realizaron la admirable gesta de conseguir el primer animal dom¨¦stico a partir del lobo (Fidalgo y col., 2018).

Adem¨¢s, nuestros fieles compa?eros de caza para el desarrollo eficaz de una actividad f¨ªsica tan exigente como la cineg¨¦tica (buscar o perseguir animales silvestres para cobrarlos o capturarlos, deben ser canes selectos gen¨¦ticamente y estar en perfectas condiciones sanitarias y de bienestar.

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No podemos olvidar que una de las cinco libertades o pilares de la protecci¨®n animal es la posibilidad de los animales de realizar su comportamiento natural; de este modo, un perro de caza alcanza su plenitud de bienestar cuando est¨¢ desarrollando la actividad cineg¨¦tica: cuando est¨¢ cazando.

Tampoco hay que dejar pasar desapercibido (y los poderes ejecutivo y legislativo tampoco), que los cazadores posiblemente representan al mayor n¨²mero de titulares de n¨²cleos zool¨®gicos (rehalas, perreras deportivas, granjas cineg¨¦ticas, instalaciones para hurones, cetreros y silvestristas) y, por tanto, sus consideraciones para una mejora legislativa y burocr¨¢tica sobre la protecci¨®n animal y las responsabilidades de sus propietarios, siempre desde las garant¨ªas de sanidad y bienestar animal, deber¨ªan tener un peso muy significativo en la redacci¨®n de ¨¦sta y otras futuras normas.

Esta situaci¨®n es entendida por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n (MAPA), con el que se trabaja de manera coordinada y constructiva desde la RFEC sobre normativas vinculadas con animales, como limpieza y desinfecci¨®n de medios de transporte, armonizaci¨®n normativa en ordenaci¨®n zoot¨¦cnica y sanitaria de n¨²cleos zool¨®gicos¡­, adem¨¢s de todo lo relativo a prevenci¨®n, vigilancia, lucha, erradicaci¨®n y control de enfermedades en fauna silvestre y en animales dom¨¦sticos de aptitud cineg¨¦tica.

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Desde la Real Federaci¨®n Espa?ola de Caza, las Federaciones Auton¨®micas de Caza y las asociaciones cineg¨¦ticas especializadas como ARRECAL, se cuenta con un equipo multidisciplinar especializado en bienestar y sanidad animal que trabaja y coopera de forma constructiva a nivel nacional con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n, y tambi¨¦n a nivel auton¨®mico con las Consejer¨ªas competentes en la materia.

Es nuestro deber y obligaci¨®n, el de todos los cazadores, para el bien del mundo rural y por ende, de la sociedad en general, participar y colaborar en la Ley de Protecci¨®n Animal. Se lo debemos a nuestros perros, nuestros fieles compa?eros de caza.

?Buen fin de semana!