Las dudas acechan al US Open
Una cosa es que Donald Trump haya decidido darle un empuj¨®n al deporte profesional para reactivar la econom¨ªa y animar el esp¨ªritu del ciudadano estadounidense, alica¨ªdo ¨²ltimamente por el duro golpeo de la pandemia y por la resurrecci¨®n de los enquistados conflictos raciales, y otra muy diferente es que los actores de la pel¨ªcula, que son los deportistas, se sientan seguros para protagonizarla en el escenario actual. No me refiero tanto a la reciente incertidumbre creada en torno a la reanudaci¨®n de la NBA, porque ah¨ª pega con m¨¢s fuerza el factor social, la lucha contra el racismo, que las condiciones sanitarias, sino a las profundas dudas que envuelven a la celebraci¨®n del US Open, cuyas instalaciones eran hasta hace poco un hospital de campa?a para combatir el coronavirus.
Una importante parte del circuito recela sobre la conveniencia de jugar el Grand Slam americano, y as¨ª lo trasladaron el mi¨¦rcoles en una reuni¨®n a la que acudi¨® el organizador. De aquella cumbre con los jugadores iba a salir un calendario del tenis, que fue aplazado hasta este lunes por las reticencias mostradas. Novak Djokovic, n¨²mero uno mundial y presidente de los tenistas, lidera esa desconfianza hacia el US Open, hasta el punto de que se plantea reiniciar la actividad directamente sobre tierra para preparar Roland Garros. No est¨¢ solo. Dominic Thiem y Alexander Zverev acaban de manifestarse en el mismo sentido. Tambi¨¦n lo hizo Serena Williams. Y Rafa Nadal ha reiterado a menudo sus dudas sobre el retorno del curso. El encierro en un hotel aeroportuario, la prohibici¨®n de visitar la ciudad, los controles continuos o la limitaci¨®n de acompa?antes son requisitos que ahuyentan a los profesionales de la raqueta, junto a la desigualdad de que unos pudieran viajar a Nueva York y otros no. El retorno del tenis es todav¨ªa una inc¨®gnita, de la que conoceremos alguna respuesta en unas horas.