La soberbia derrib車 a Lance
Lance Armstrong no perdi車 sus siete Tours de Francia por el dopaje. Qu谷 va. El dopaje fue el motivo procesal de su descalificaci車n, de su ca赤da al olvido tras haber sido el h谷roe de Am谷rica, tras haber inundado el mundo de pulseras amarillas de Nike y tras haber tomado cervezas en casa de su amigo George Bush. El dopaje no acab車 con Lance, porque el dopaje no era algo excepcional en el pelot車n de su 谷poca. ※Era tan cotidiano como hinchar las ruedas de la bici o beber agua del bid車n§, dijo el propio Armstrong en su confesi車n a Oprah Winfrey. Sus rivales segu赤an los mismos h芍bitos, como demostr車 el testimonio de Jes迆s Manzano, embri車n de la posterior Operaci車n Puerto. Por eso los t赤tulos del texano no se reasignaron a ning迆n otro ciclista. Y por eso ning迆n otro ciclista los reclam車.
Lance Armstrong perdi車 sus siete Tours por su arrogancia, por su soberbia, por machacar a quienes osaron cuestionarle. As赤 lo entiende 谷l mismo a?os despu谷s, cuando camina como un apestado por ese pa赤s que tanto le idolatraba. ※Fui un puto gilipollas§, admite en el documental &Lance* emitido por la ESPN en los dos 迆ltimos domingos. Fue la arrogancia que le llev車 a insultar a su masajista Emma O*Really cuando denunci車 su uso fraudulento de corticoides; o a perseguir a Filippo Simeoni en el Tour 2004 para hacerle el gesto mafioso de &cremallera en boca* frente a las c芍maras, por haber desvelado las trampas del m谷dico Michele Ferrari; o a dise?ar listas negras de periodistas en los tiempos en los que llamaba ※tabloide§ al AS. Al final, uno de esos humillados, Floyd Landis, tir車 de la manta. Y como Armstrong tambi谷n hab赤a tenido la soberbia de regresar al Tour en 2009 tras ningunear el triunfo de Carlos Sastre de 2008, anul車 con aquel retorno la prescripci車n de sus faltas anteriores. Su mentira se juzg車 como un todo. Y esa arrogancia, esa soberbia, le fulmin車.