Y por fin un Uni車n-Bayern
En una de mis visitas a Berl赤n, donde mi hermano estuvo viviendo un par de a?os, tuve el placer de presenciar un partido hist車rico: el derbi de la ciudad se disputaba en la 2.Bundesliga y el Olympiastadion registr車 una entrada que super車 los 74.000 espectadores, un aut谷ntico r谷cord en una segunda categor赤a. Esa noche me acab谷 de convencer. Aunque lo que me hab赤an contado previamente acerca del conjunto del Este ya me despertaba mucho m芍s inter谷s, vivir aquel partido cerca de su apasionada hinchada, que ejerc赤a de visitante pero que le regal車 al partido el doble de color y animaci車n que la del Hertha, me convenci車 por completo. En Berl赤n, sin ning迆n tipo de dudas, iba a ser del Uni車n.
Nunca pens谷 que iban a ascender. La gran figura de aquel derbi que viv赤 in situ 〞y que acab車 2-2, dej芍ndonos mal sabor de boca al desperdiciar nuestro nuevo equipo una ventaja de dos goles〞, el delicioso Torsten Mattuschka, se march車 a su Cottbus natal tras nueve a?os defendiendo la camiseta del Uni車n, y todos cre赤mos que sin 谷l no hab赤a futuro. O, al menos, un futuro brillante. Condenados a la oscuridad, nos resignamos a poder presumir s車lo de la etiqueta de equipo simp芍tico lleno de carisma: el club cuyos hinchas ayudaron a construir el estadio con sus propias manos. Cuando fui a verles por segunda vez, en una visita a Colonia en la que cayeron por 4-0, ya ten赤a asumido que, de nuevo, me hab赤a enamorado el romanticismo del sempiterno perdedor.

Pero, no se sabe muy bien c車mo, el Uni車n consigui車 ascender a la Bundesliga el pasado verano tras ganar en la promoci車n a un Stuttgart que, por la suma de individualidades de ambas plantillas, era infinitamente superior. Este a?o parec赤a tener el peor equipo de los dieciocho de la 谷lite, pero a estas alturas est芍 ya virtualmente salvado. Cuando menos te lo esperas, te marca un gol a bal車n parado. Ayer el Bayern visit車 el m赤tico An der Alten F?rsterei por primera vez en partido oficial. Y aunque la atm車sfera no pudo ser la que habr赤amos deseado, me apetec赤a mucho escribirlo.