Sainz, Ferrari y el Real Madrid
Cuando los dem¨¢s descansen, t¨² trabaja. Miraba la pantalla y hablaba, despu¨¦s estudiaba unas hojas de telemetr¨ªa y su ingeniero asent¨ªa o explicaba. Mientras Carlos Sainz intentaba mejorar despu¨¦s de los libres con casi todos los pilotos ya fuera del paddock yo suspiraba. Porque eres t¨² chaval¡ Cansado, quiz¨¢ de un viaje de catorce horas, de haber comido poco y mal o de esa man¨ªa que tenemos los periodistas de quejarnos siempre, con ganas de ir al hotel de Suzuka, por ejemplo, o Shanghai, o Singapur¡ pero hab¨ªa que esperar al ni?o. ¡°Ya, ya enseguida sale y os atiende¡±, dec¨ªa su asistente de prensa. Y con la noche cerrada sobre el circuito aparec¨ªa Carletes con una sonrisa y alguna broma para atender a los medios, o una pregunta de f¨²tbol, ?c¨®mo empez¨® jugando Sergio Ramos en el Madrid, de central o lateral? aunque a veces este antiguo enviado especial del As fuera el ¨²nico.
Dotado de una educaci¨®n espectacular, pocas veces ca¨ªa en provocaciones, en las entrevistas yo tiraba de todos los clich¨¦s habidos y por haber, que si pijo, que si ni?o de pap¨¢, que si te lo han dado todo hecho, que si¡ pero despu¨¦s llegaba y se pon¨ªa a los mandos de un coche y se jugaba la vida rodeado de otros tantos lobos hambrientos, locos de las carreras. Y a cada vacile respond¨ªa con un cuarto con un Toro Rosso en Marina Bay o dejando en nada el accidente de su vida en Rusia, pasando a los Ferrari en Barcelona o remontando en Brasil con McLaren, debutar destrozando antiguas promesas en Austin con Renault o ri¨¦ndose de la desgracia en Austria. Y encima es guapo, dec¨ªa alguna por all¨ª en aquellos tiempos. Y ahora, supongo.
Sainz sobrevivi¨® a Verstappen y su chasis mejorado en Red Bull, a un Renault que llamaba a Ocon por tel¨¦fono mientras ¨¦l rozaba alerones con Fernando Alonso en la salida de M¨¦xico y lleg¨® a McLaren para devolver la sonrisa a un equipo que ni con el mejor pudo volver a ser grande. Ahora ha visto abierta la puerta roja, otra vez, y la ha tirado abajo y ha guardado silencio hasta a sus amigos, esos que nos hac¨ªan felices en sus visitas por el paddock y con los que brind¨® con champ¨¢n por videoconferencia estos d¨ªas. ¡°Es un pesado este t¨ªo Manu, pero ya ver¨¢s c¨®mo acaba siendo campe¨®n¡±, me dec¨ªa entonces alguno de sus amigos. No se trata solo de estar en el momento adecuado y el lugar justo, ni de talento o magia, ni siquiera de la calidad de familia que lleva de serie, se trata de hacer caso a los que saben. ?Un consejo de tu padre, Carlos? Cuando los dem¨¢s descansen, t¨² trabaja. Quiz¨¢, as¨ª, alg¨²n d¨ªa llegues a ser piloto del equipo m¨¢s importante de la historia de la F¨®rmula 1, faltaba decir. O a ser campe¨®n. Empieza otra historia, la de Sainz en Ferrari, en el Real Madrid de la F1, se la ha ganado, se la merece, ahora seguir luchando, a por todas¡ a disfrutar del viaje.