El alma del deporte
En los ¨²ltimos d¨ªas hemos escuchado las opiniones de ilustres deportistas espa?oles sobre el deporte que viene, sobre un retorno de la competici¨®n que ser¨¢ muy diferente a la que estamos acostumbrados. Entre otras razones, porque tendr¨¢ que arrancar sin p¨²blico, a puerta cerrada. De Rafa Nadal a Pau Gasol, de los M¨¢rquez a los Sainz, de Alejandro Valverde a Sergio Garc¨ªa¡ Todos coinciden en dos cosas. La primera es que prefieren la grada llena, porque el ambiente espolea, porque existe una comuni¨®n entre competidores y aficionados. La segunda, igualmente un¨¢nime, es la aceptaci¨®n de que es mejor jugar o correr sin p¨²blico, que no hacerlo. Y tambi¨¦n que la decisi¨®n final, en uno o en otro sentido, debe tomarla la autoridad sanitaria. A estas alturas de la pandemia, hay pocas dudas.
El 11 de marzo, hace ya una eternidad, AS titul¨® su primera p¨¢gina: ¡®Deporte sin alma¡¯. Fue el d¨ªa despu¨¦s del Valencia-Atalanta sin aficionados, y de que el Gobierno cerrara la puerta a los eventos. El estado de alarma vino luego. Aquel titular sigue vigente. El deporte sin p¨²blico es deporte sin alma. Pierde su esencia. Quien haya acudido a un Madrid-Bar?a, una subida al Tourmalet o un GP de Jerez puede ratificarlo. La clave es que el deporte tambi¨¦n es una industria. Y es bueno protegerla a la espera de mejores tiempos. Luego tambi¨¦n existe un p¨²blico no presencial, el que sigue el deporte en televisi¨®n. Javier Guill¨¦n, director de la Vuelta, hizo una reflexi¨®n interesante sobre este asunto: ¡°El deporte profesional puede celebrarse sin p¨²blico presencial, pero no sin el p¨²blico en la pantalla¡±. Habr¨¢ que acostumbrarse al silencio, no queda otra. Pero no ser¨¢ el mismo deporte. ¡°Con p¨²blico sufres menos en un puerto que en un entrenamiento¡±, dice ?scar Pereiro. Tambi¨¦n lo puede corroborar el Liverpool en su visita al Wanda Metropolitano. Hace ya una eternidad.