'Benitos y Puyoles'
EI fallecimiento de Gregorio Benito nos coloca ante el recuerdo de su impronta como jugador, sin duda de gran calado en el Real Madrid. Nadie que no est¨¢ avalado por cualidades muy marcadas puede mantenerse tanto tiempo en un equipo, menos a¨²n en el Real Madrid, donde la exigencia suele tan elevada como su consumo de futbolistas. S¨®lo permite que se mantengan los jugadores de categor¨ªa, y a veces ni eso. En el caso de Benito, le aval¨® su f¨¦rreo compromiso con el club y un fenomenal rendimiento, soportado por sus principales caracter¨ªsticas. Era vigoroso, ¨¢gil, veloz, valiente y autoritario. Sab¨ªa marcar el territorio. Todo eso en una ¨¦poca donde hab¨ªa un amplio margen de tolerancia para la fricci¨®n.
Benito no era un esteta del f¨²tbol. Ni lo pretendi¨®, ni pod¨ªa serlo. Sin embargo, jug¨® 420 partidos en el Real Madrid y su nombre se invoca como s¨ªmbolo de un club c¨¦lebre por su cantidad de grandes estrellas, futbolistas de talla mundial, asociados tanto a la producci¨®n como a la creatividad. Desde la ortodoxia, m¨¢s a¨²n desde la ortodoxia actual, es dif¨ªcil pensar en un jugador como Benito en el Madrid.
Algo parecido pod¨ªa ocurrir con Puyol en el Barcelona. Como Benito, lleg¨® al primer equipo desde la base del club, sin el menor ruido medi¨¢tico a su alrededor. Pocos apostaban por su recorrido en el Bar?a, y menos a¨²n por su larga y triunfal trayectoria. Puyol lleg¨® al primer equipo de puntillas, en un periodo convulso, primero como lateral de recurso, luego como titular y finalmente como impresionante central. Sali¨® del Bar?a con la capitan¨ªa y todos los t¨ªtulos posibles. Con la Selecci¨®n fue Campe¨®n del Mundo y de Europa. Pocas trayectorias en el futbol pueden igualarla.
Ni Benito ni Puyol parecer¨ªan destinados a la gloria en el Real Madrid y en el Bar?a, sospecha desmentida por la realidad. Sus casos revelan los insondables vericuetos del f¨²tbol, que tiene la virtud de la tolerancia. Si alguien funciona, adelante, sin importar prejuicios, ni t¨®picos. Aunque al Real Madrid y al Bar?a se les asocie con la m¨¢xima excelencia, su ¨¦xito tambi¨¦n se relaciona con el pragmatismo. Sus p¨¢ginas tambi¨¦n est¨¢n escritas por Benitos y Puyoles, necesarios por sus cualidades futbol¨ªsticas y por la ejemplaridad que transmiten a su alrededor.
Los clubes y sus hinchadas conocen la importancia de esta clase de futbolistas. Saben que sostienen el edificio, que sirven para todas las ¨¦pocas ¡ªespecialmente para los malos tiempos¡ª y que siempre colocan por delante el inter¨¦s colectivo al particular. Su autoestima es tan alta que les permite alcanzar un lugar en el f¨²tbol que muchos no sospechan, pero dejan el ego a un lado. No hay lugar para la vanidad y el narcisismo.
Jugadores como Benito y Puyol son indispensables en el f¨²tbol, desde los equipos m¨¢s terrenales a los m¨¢s c¨¦lebres. Pertenecen a una especie que es tan dif¨ªcil de detectar como la de las estrellas. Abundan los aspirantes a benitos y puyoles, pero son muy pocos los que re¨²nen cualidades tan relevantes como escasas como ellos, comenzando por la m¨¢s b¨¢sica y dif¨ªcil: la maestr¨ªa en el oficio defensivo.