El Atleti ante la m¨ªstica de Anfield
l triste partido de Mestalla, pasi¨®n diluida en el silencio de un estadio vac¨ªo, acab¨® de forma catastr¨®fica para el Valencia, justamente eliminado. Un disgusto para la ciudad que se hace menor ante la dura e inevitable decisi¨®n de suspender las Fallas. Nos quedamos sin el Valencia en la Champions, pero a cambio hemos conocido a un estupendo equipo, el Atalanta, que al arrogante Agnelli le sobra en la Champions, pero que muchos otros admiramos. Un equipo que juega pensando en el gol, con ese Papu G¨®mez que aprendi¨® a desmarcarse fij¨¢ndose en los ¨¢rbitros, y con Ilicic, un fen¨®meno que se les ha escapado a los grandes.
Lo que hoy encontrar¨¢ el Atl¨¦tico en Anfield ser¨¢ algo muy distinto a ese silencio inc¨®modo entre el que se jug¨® en Mestalla. Cuando transiten por las escaleras que llevan al campo ver¨¢n un r¨®tulo de intenci¨®n intimidatoria: ¡°This is Anfield¡±. Es Anfield, s¨ª, con su ¡®Kop¡¯, esa grada empinada que recibe el nombre de una colina escenario de una lejana batalla en Sud¨¢frica. Situada tras una porter¨ªa, arrastra a todo el estadio con su c¨¦lebre canto inicial, que produce un efecto m¨ªstico, y sus continuas arrancadas levantan al estadio y al equipo. Cuesta imaginar un partido en Liverpool a puerta cerrada, como el que vivimos anoche en Mestalla.
A eso se enfrenta el Atl¨¦tico, dec¨ªa, pero con el respaldo del 1-0 de la ida, que clasifica en m¨¢s del 60% de las ocasiones. Un motivo para tener fe. Otro se puede extraer de lo que le ocurre al Liverpool, que lleg¨® al Metropolitano como un ogro tragani?os y sali¨® de all¨ª bastante disminuido. Ha ¡®aprendido a caer¡¯, como se dec¨ªa de los boxeadores que tras una larga racha invictos sufr¨ªan un K.O., a partir del cual se iban a la lona con desconocida facilidad. Adem¨¢s, le falta su portero titular, el fen¨®meno Alisson. Sigue siendo un equipo formidable, pero no le ayudan ni el resultado de la ida ni sus ¨²ltimas sensaciones. El Atleti lo sabe. Tiene una oportunidad.