Un Betis sano y un Madrid enfermo
Si el Bar?a gust¨® poco ante la Real, a la que gan¨® con un penalti muy cogido por los pelos, peor estuvo el Madrid en el Villamar¨ªn, donde cay¨® con todas las de la ley. El Betis fue mejor durante pr¨¢cticamente todo el partido, guiado por el inter¨¦s general, buen orden y actuaciones brillantes de varios, sobre todo Canales, Fekir, Joaqu¨ªn y Guardado, por citar s¨®lo a los mejores. Todo el Betis actu¨® seg¨²n la consigna de Nelson en Trafalgar, cuando exhort¨® a los suyos diciendo que Inglaterra s¨®lo esperaba que cada hombre cumpliera con su deber. As¨ª lo hicieron. Todo lo contrario que los madridistas, que jugaron con aire c¨®modo y desaplicado.
Zidane coloc¨® de lateral derecho a Militao y fue una p¨¦sima idea. Su partido empeor¨® progresivamente, hasta convertir sus intervenciones en algo casi chusco.El Betis lo aprovech¨® y seg¨²n avanzaba el partido se lanz¨® cada vez m¨¢s por ah¨ª. Militao fue el peor, pero varios le anduvieron cerca. Con tan clara superioridad, fue natural que el Betis se adelantara, y m¨¢s tarde de lo que merec¨ªa. Tras el gol, llegado en un c¨®rner y tras un exceso de confianza de Ramos, el Madrid tuvo la suerte de empatar justo al borde del descanso, en un penalti arrancado en su ¨²nica jugada de ataque. Ramos se lo cedi¨® a Benzema, tan falto de goles.
Se podr¨ªa pensar que esa desgracia hundir¨ªa al Betis, pero no. Empeor¨® al Madrid, cuyo juego result¨® infumable. Zidane sacudi¨® el equipo con Mariano por Kroos, el Madrid se orden¨® en un 4-4-2 con extremos y cre¨® una agitaci¨®n que dur¨® lo que un caramelo en la puerta de un colegio. El Betis sigui¨® con las ocasiones y marc¨® el gol ganador ante un Madrid confuso que no sac¨® su primer c¨®rner hasta el 85¡¯. Entonces los enlaz¨®, en el consabido mal¨®n en busca de un empate que le absolviera de pecados anteriores. No lo consigui¨®, no lo merec¨ªa. El Betis recibe este resultado como agua de mayo y el Madrid como un martillazo.