El tiempo efectivo del Getafe-Sevilla y la pareja irresoluta
El plagio eficaz
Las trayectorias opuestas de Getafe y Sevilla se invirtieron por las bravas al redise?ar Lopetegui el molde de su equipo. No cay¨® en la trampa de Bordal¨¢s e imit¨® su forma de jugar para descontextualizar el enfrentamiento. El campo de minas lo puso esta vez el Sevilla. Desde los errores del Getafe, personificados en Etebo ¡ª17 balones perdidos¡ª, hasta el dominio del bal¨®n parado, se impuso con sobriedad en un ejercicio de inteligencia. Se qued¨® sin respuestas Bordal¨¢s, quejoso en sala de prensa por las demoras de tiempo de su rival. Escrutando los datos, la raz¨®n le asiste en parte. En el Coliseum hubo 42:24 minutos de f¨²tbol, aunque siete partidos previos del Getafe, de los que gan¨® cinco y empat¨® dos, tuvieron menos tiempo efectivo. La palma se la llev¨® aquel 4-2 al Mallorca, con apenas 38:15 minutos disputados.
La dudosa pareja
Se duele el Valencia como nunca esta temporada. Los varapalos de San Siro y Anoeta describen la ca¨ªda de un equipo permeable y desdibujado l¨ªnea a l¨ªnea. Ni el cambio de sistema de Celades trajo mejora alguna por la fragilidad defensiva. Aunque la foto del deterioro apunta a todo el bloque, volvieron a salir muy mal parados Diakhaby y Mangala, sustituido en el descanso por lesi¨®n. La distancia con los pivotes fue de nuevo may¨²scula y carecieron de vigor y mando en la zona decisiva (12 remates de la Real Sociedad en el ¨¢rea). No anticiparon ni una vez y repitieron su negligente conducta contra el Atalanta. Este Valencia no se sostiene con ellos como pareja de centrales.
La senda del error
En LaLiga de los modestos nadie se puede permitir un peque?o receso. El Granada se desayun¨® al Osasuna en un d¨ªa irreconocible del conjunto rojillo. Aridane tuvo una ma?ana negra, muy alejada del rendimiento que est¨¢ mostrando este curso. El compendio de equ¨ªvocos reuni¨® todos los defectos que no puede tener un central. Su mala ejecuci¨®n t¨¦cnica en un pase allan¨® el primer gol y una nula vigilancia defensiva posibilit¨® el segundo. Mach¨ªs castig¨® cada uno de sus fallos.
El nueve que falta
La tiran¨ªa del mercado y de una norma claramente injusta dej¨® al Legan¨¦s sin apenas delanteros de verdadera jerarqu¨ªa para su causa. Se hace dif¨ªcil pensar que pueda escaparse del descenso bajo estas circunstancias. No estuvo bien en Bala¨ªdos, con uno m¨¢s una hora de encuentro, y m¨¢s grave fue su desacierto en la finalizaci¨®n que volvi¨® a quedar descubierto. Son ya tres partidos sin marcar en los que ha llegado a rematar 34 veces ¡ª18 disparos dentro del ¨¢rea¡ª con una tasa de eficacia baj¨ªsima. S¨®lo uno de cada cuatro fue a porter¨ªa. Sin gol no hay permanencia.