El Mirand¨¦s le sali¨® respond¨®n a la Real
Si lo de San Mam¨¦s fue 1-0, lo del Reale Arena fue 2-1. Dos resultados cortos que auguran para la vuelta sendos partidos de a¨²pa. Y despu¨¦s de ver el de anoche hay que convenir que el Mirand¨¦s no se ha colocado ah¨ª de chiripa, sino por hacer las cosas la mar de bien. Le plante¨® a la Real un partido espeso y se despleg¨® de vez en vez con jugadas de ataque servidas por hasta cuatro o cinco hombres. Y, cuando no encontraba camino para la penetraci¨®n, terminaba jugada con ca?onazos desde fuera que se quit¨® Remiro de encima como pudo. El bal¨®n es enemigo del portero, y dispararle cuando hay ocasi¨®n y se tiene buena patada es buena idea.
El peso del partido lo llev¨® la Real, como era preceptivo. Una Real que ven¨ªa de ganarles al Madrid y al Athletic, pero que se encontr¨® un hueso duro de roer. Se adelant¨® con un penalti, encaj¨® el empate por uno de esos buenos ataques del Mirand¨¦s, resuelto por el excelente Matheus cuyo tiro roz¨® y descoloc¨® a Remiro, y se volvi¨® a adelantar gracias a una maniobra espl¨¦ndida de Odegaard por ¡®la diagonal de Messi¡¯. La culmin¨® con un disparo que rechaz¨® Limones, como rechaz¨® el remate inmediato de Portu; el bal¨®n le volvi¨® a Odegaard, que ya resolvi¨® con un tiro cruzado. Da gusto ver la madurez de este jugador, el aire ya tan adulto de su juego.
Cuando se sortearon estas semifinales se plante¨® si este a?o se dar¨ªa por fin la primera final entre los dos grandes equipos vascos. (No la primera final entre vascos, que hubo tres en tiempos muy lejanos). Sobre el papel, el Athletic era ligero favorito y la Real algo m¨¢s que ligero y resulta que los dos van muy justitos al partido de vuelta. El 1-0 clasifica un 60 % de veces, el 2-1 un 51 %. La Real tuvo a un cent¨ªmetro el 3-1 en el ¨²ltimo suspiro, pero Limones hizo la parada de la noche petrificando ese 2-1 que se parece m¨¢s a lo que pas¨® en el partido. Esta Copa de las emociones recobradas sigue manteniendo a estas alturas el inter¨¦s en todo lo alto.