Djokovic pega primero
La pregunta inocente de un allegado, mientras segu¨ªamos en televisi¨®n el Espa?a-Serbia, me dio qu¨¦ pensar: ¡°?Esto no es lo mismo que vimos en la Caja M¨¢gica?¡±. Esa sensaci¨®n de bucle, ese insistente d¨¦j¨¤ vu, ha sido un lastre para la ATP Cup en su estreno. El formato, plagiado de la Copa Davis de Piqu¨¦, son¨® novedoso hace un mes y medio en Madrid, pero los acordes han retumbado repetitivos en Australia. Y eso tambi¨¦n ha mermado su inter¨¦s. Con sus defectos, en ambos casos, la inaugural Copa ATP ha resultado tan atractiva y tan espectacular en su concepto como la reciente Davis. Los torneos por pa¨ªses siempre calan en los aficionados. Mucho m¨¢s si se sirven empaquetados. A favor de la ATP Cup juegan los puntos del ranking mundial, la fresca ubicaci¨®n en el inicio del calendario, los suculentos premios, un circuito de tenis consolidado¡ A favor de la Davis est¨¢ la fuerza de la historia, la Ensaladera, la oficialidad de las federaciones, los premios solidarios con los gestores del futuro¡ Hay motivos para pensar que juntas ser¨ªan m¨¢s fuertes. Pero habr¨ªa que repartir la tarta.
La primera edici¨®n ha deparado la final so?ada, un Nadal-Djokovic que prestigia cualquier torneo, pero que crece con una bandera en cada raqueta. Nole gan¨® el duelo 55 del cl¨¢sico m¨¢s repetido del tenis y Serbia levant¨® el trofeo. Si Nadal golpe¨® el ¨²ltimo en 2019, con el n¨²mero uno y la Ensaladera, ahora ha sido Djokovic quien ha pegado primero. Aquel Rafa de Madrid fue muy diferente al de ahora en S¨ªdney, con ocho puntos conquistados sobre once posibles. Aqu¨ª no ha podido asumir ese liderazgo absoluto, como s¨ª lo ha hecho Nole. Ha perdido dos de sus seis individuales, ha sufrido de lo lindo, y este domingo ni siquiera se sinti¨® con energ¨ªa para batallar en el dobles decisivo. Las temporadas de tenis son largas, y m¨¢s si se terminan y se empiezan con esta intensidad. Un motivo m¨¢s para unificar.