Hasta luego, Patxi
El pasado mi¨¦rcoles, fue uno de esos d¨ªas que, la vida injustamente, har¨¢ que el mundo de la caza, de la m¨²sica y el del teatro, recordemos cargado de tristeza.
El pasado mi¨¦rcoles, fue uno de esos d¨ªas que, la vida injustamente, har¨¢ que el mundo de la caza, de la m¨²sica y el del teatro, recordemos cargado de tristeza.
Patxi Andi¨®n, nuestro Patxi, cantautor, actor, cazador y, sobre todo, una buena persona, perd¨ªa la vida en un accidente de tr¨¢fico, cuando se dirig¨ªa a la inauguraci¨®n de la exposici¨®n ¡°La Caza: un desaf¨ªo en evoluci¨®n¡±, en Ciudad Real. El Land Rover que conduc¨ªa se sali¨® de la carretera y Patxi, de 72 a?os, perd¨ªa la vida.
El amor de Patxi por el campo, era igual o mayor que el que sent¨ªa por la m¨²sica. Ocup¨® un cargo como director de la Escuela Espa?ola de Caza (EEC) de la Real Federaci¨®n Espa?ola de Caza y su faceta como autor cineg¨¦tico tambi¨¦n fue prol¨ªfica, principalmente a trav¨¦s de art¨ªculos de opini¨®n, aunque escribi¨® dos libros.
El primero ¡°La caza racional¡±, un libro sobre ¡°la cacer¨ªa, pensar la caza, la raz¨®n sentimental, la caza como problema, caza y sociedad, la monter¨ªa, la rehala y lo que ni se ve ni se siente, pero se sabe: la sangre, la afici¨®n, el valor, la inteligencia, la afabilidad, la maestr¨ªa, mis mestizos puros¡±. El segundo fue titulado ¡°La postura¡±, editado por FEDENCA-RFEC, que recog¨ªa una serie de art¨ªculos publicados por el autor en diferentes medios de comunicaci¨®n.
Cazador ejemplar donde los haya, enamorado del campo primero, y de la caza despu¨¦s, Patxi luch¨® siempre por la evoluci¨®n de los cazadores a un cazador naturalista, que fuesen los primeros en situarse a la defensa y protecci¨®n del medio. Qu¨¦ mejor que sus propias palabras, para reflejar su forma de pensar:
¡°Sab¨ªamos que esa tendencia era dif¨ªcil de invertir, pero necesit¨¢bamos que se conocieran los desesperados intentos de mejora de un colectivo desamparado, mal interpretado y sin sitio en la sociedad moderna, al que se ve¨ªa como extra?os en el para¨ªso, gentes a prohibir, superflua y venal, cuyo mejor destino era la decadencia y la desaparici¨®n.
Y por ah¨ª empezamos. Empezamos a mostrar de qu¨¦ manera en cada cazador anida un naturalista, un ser que siente el medio que le rodea con la pasi¨®n de quien forma parte de ¨¦l, sin la lejan¨ªa de quien lo observa tan solo. Nos pusimos a mejorar nuestras conductas en el campo, a mejorar nuestra acci¨®n haci¨¦ndola m¨¢s acorde con las preocupaciones generales que nunca, por cierto, hab¨ªan dejado de ser tambi¨¦n las nuestras, pero que no hab¨ªamos sido capaces de contarlo y de que se reconociera.
As¨ª, desde la EEC comenzamos con nuestras iniciativas docentes y divulgativas a ayudar a alumbrar a este cazador de hoy, bien distinto del de anta?o y a¨²n diferente del que tiene que venir. El cazador conservacionista s¨ª, pero el cazador que respeta y valora porque lo conoce en carne propia, el valor imprescindible del aprovechamiento de los recursos, los tradicionales y los novedosos. Nos pusimos frente a los dispendios gratuitos y las prohibiciones irresponsables, denunciamos a quien se pas¨® de la raya y expulsamos de nuestro seno a quien confundi¨® la ¨¦tica necesaria. Nos propusimos ayudar a que los cazadores del futuro fueran seres m¨¢s comprometidos con la conservaci¨®n y la sostenibilidad y que fueran cada vez m¨¢s cultos y responsables, mejor formados¡±.
Patxi Andi¨®n no solo fue un CAZADOR ejemplar, fue amigos de sus amigos, siempre con una alegr¨ªa dispuesto para todos, sino que adem¨¢s ha formado parte activamente del sector cineg¨¦tico de nuestro pa¨ªs, colaborando en diferentes medios con secciones de opini¨®n y participando en grandes art¨ªculos, entrevistas...
Desde este rinconcito, s¨¦ que ahora Patxi, susurrar¨¢s con el campo all¨¢ donde est¨¦s. Hasta luego Patxi¡
D.E.P.