Los equipos y sus transiciones
Un Madrid con hambre. Ser¨ªa ingenuo pensar que al Real Madrid no le iba a afectar la ausencia de Cristiano, y a Cristiano la ausencia del Madrid. Adem¨¢s de un porr¨®n de goles, el portugu¨¦s garantizaba la voracidad. Su hambre era contagiosa. M¨¢s all¨¢ del buen f¨²tbol de los ¨²ltimos partidos, el festejo m¨¢s grande para el madridismo es que su equipo ha recuperado, adem¨¢s del juego, el ansia competitiva en cualquier escenario. En Mendizorroza se vio a un Madrid din¨¢mico, voraz, que recuperaba una se?a de identidad hist¨®rica. Si Zidane ha dado la vuelta al calcet¨ªn, si Valverde ya vuela, si Isco ya la vuelve a tocar, si Benzema juega en verso y si todos, menos uno, corren hasta la extenuaci¨®n es que la transici¨®n va siendo un hecho.
La retirada de Messi. Fue mentar el Bal¨®n de Oro, la palabra retirada y un escalofr¨ªo recorri¨® al f¨²tbol mundial. A¨²n le queda cuerda y, por el bien de este deporte, esperemos que mucha, pero el cr¨¢ter que va a dejar Messi cuando se marche va a ser de dimensiones estratosf¨¦ricas. Es tanto lo que llena, y tant¨ªsimo lo que tapa, que la sola certeza de que alg¨²n d¨ªa no estar¨¢ obliga al Bar?a a plantearse una transici¨®n profunda a dos o tres a?os vista. Otro Messi no existe y su salida no va a poder taparse con parches. Est¨¢ bien renovar a Ansu Fati, sabiendo que, para un ni?o de su edad, lo ¨²nico importante es jugar. Aferrarse a su estilo y visualizar el vac¨ªo es el principio del camino.
Los eslabones del Atl¨¦tico. Toda la m¨ªstica del Atl¨¦tico de Simeone se ha basado en un seguidismo cuasi religioso de lo que propone el t¨¦cnico argentino. Eso implica una correa de transmisi¨®n con el vestuario, que tan bien representaban God¨ªn, Filipe Luis, Juanfran o el mism¨ªsimo Griezmann. Empaparse de esa manera de entender el f¨²tbol y casi dir¨ªa que la vida no es sencilla, si no se percibe desde el ejemplo. Una f¨®rmula tan exigente s¨®lo tiene credibilidad desde los resultados. Si no llegan, el talento se desespera, se siente desubicado y se le pone cara de eslab¨®n perdido.
La transici¨®n del Sevilla. Estigmatizado por el falso relato de su salida de la Selecci¨®n, Julen Lopetegui lleg¨® a Sevilla entre sospechas. Con 15 jugadores nuevos y 58 goles menos (Ben Yedder, Promes y Sarabia), el buen ojo de Monchi de centro del campo para atr¨¢s, su cercan¨ªa y unas se?as de identidad muy definidas han permitido a un equipo en transici¨®n codearse con la ¨¦lite sin estridencias. Ilusionarse es casi una obligaci¨®n, pero conviene no olvidar nunca de d¨®nde se viene¡
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- Zinedine Zidane
- Isco
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