A falta de Pogba, Valverde
El empate ante el PSG en casa podr¨ªa tomarse como un mal resultado. Nunca es bueno empatar en casa y adem¨¢s ese resultado deja al Madrid sin posibilidades de ser campe¨®n de grupo. Ni siquiera sirvi¨® para clasificarle, pues ya lo estaba antes de empezar. Sin embargo, el p¨²blico sali¨® feliz y orgulloso del partido, porque el equipo hab¨ªa jugado realmente bien. Se juega para ganar, pero cuando no se gana s¨®lo te queda algo cuando has jugado bien. Jugar cicateramente no garantiza m¨¢s victorias, sino lo contrario, y la historia lo demuestra. S¨®lo garantiza que si encima no ganas, no te queda nada. Por eso es preferible jugar bien.
El del PSG fue el partido que confirm¨® que Zidane lo ha vuelto a hacer. Hace un a?o ve¨ªamos a este equipo decr¨¦pito, sin ilusi¨®n, ah¨ªto de victorias y no hab¨ªa entrenador (ni siquiera Zidane), capaz de ponerlo en pie. Pero el franc¨¦s lo ha hecho. Y con los mismos, pr¨¢cticamente. Pas¨® el verano pidiendo a Pogba para darle una sacudida de energ¨ªa al equipo y Florentino se lo neg¨®. Buscando en casa, adelant¨® la evoluci¨®n de Valverde, un jugador al que muchos no ve¨ªamos nada especial. S¨®lo ?lvaro Benito, tan conocedor de la cantera, insist¨ªa en que val¨ªa, que s¨®lo era cuesti¨®n de que se soltara. Se ha soltado y se ha hecho indispensable.
Jugador de ida y vuelta, con quite y buena entrega, inteligente para colocarse, oportuno para ir, sacrificado para volver, le hace a Zidane lo que ¨¦ste pretendi¨® que le hiciera Pogba. Su energ¨ªa contagia algo as¨ª como una infusi¨®n de sangre nueva. Su aportaci¨®n, m¨¢s la de las descargas el¨¦ctricas que emite cada vez con m¨¢s frecuencia Hazard, han cambiado aquel grupo mortecino cuya desgana devor¨® a dos entrenadores y casi devora a Zidane. Los dem¨¢s son los mismos, pero como grupo han recuperado la ilusi¨®n por el juego. Por eso el Bernab¨¦u disfrut¨® el partido y sali¨® a la calle coment¨¢ndolo orgulloso, a pesar del empate.