El maestro rehalero
Hablamos de una profesi¨®n en la actualidad en desuso, que no requiere titulaci¨®n, pero s¨ª experiencia y grandes conocimientos.
Hablamos de una profesi¨®n en la actualidad en desuso, que no requiere titulaci¨®n, pero s¨ª experiencia y grandes conocimientos.
Los maestros rehaleros son personas que, en el medio rural, se encargan del mantenimiento y cuidados de los perros de caza, especialmente de las jaur¨ªas y rehalas empleadas en la monter¨ªa y que s¨®lo se emplean en temporada de caza.
Cuidar, atender y hasta mimara los perros de caza es uno m¨¢s de los deberes de caballerosidad que necesariamente han de acompa?ar las pr¨¢cticas venatorias. Ni puede llamarse cazador quien no respete escrupulosamente las vedas, ni quien no cuide con el mayor esmero a sus perros de caza. As¨ª de claro y as¨ª de sencillo.
De manera semejante a lo que sucede con los furtivos, deben ser los propios cazadores quienes denunciena quienes no cumplan la regla de oro de ser fieles al cari?o de sus perros.
El maestro conoce y sabe c¨®mo cuidar personalmente a todos y cada uno de sus perros y comunica con el veterinario cuando alguno se encuentra enfermo.
Desatender los perros de caza es la mayor bajeza a la que puede llegar quien practica esta actividad, y si el cazador delega en personal auxiliar para el cuidado y mantenimiento de los animales, es de esperar que vigile con celo para que ¨¦stos gocen del trato que merecen.
Todos los perros de caza son inteligentes, nobles, absolutamente inofensivos con las personas y dulces y obedientes en la vida dom¨¦stica. S¨®lo una exigencia: el ejercicio diario.
Los perros de rehala se caracterizan por ser animales en¨¦rgicos y de gran actividad, acostumbrados a estar cazando durante muchas horas al d¨ªa y recorrer muchos kil¨®metros, pero para aguantar este ritmo de trabajo se les debe proporcionar una serie de cuidados para que este en plena forma durante la temporada de caza.
El rehalero cuida a sus perros como si fueran atletas de ¨¦lite, y para ello le proporciona el alimento adecuado a cada edad de su vida y, al mismo tiempo, atender el momento de pretemporada, temporada o post temporada de caza. Ellos saben que alimentaciones administrarle en cada ¨¦poca del a?o.
En los primeros d¨ªas de caza vemos a los ¡°perreros¡± vigilando con esmero las zonas o almohadillas palmares y plantares porque pueden verse afectadas por el terreno, siendo previsores y llevando en el morral, alg¨²n producto antiabrasi¨®n y desinfectante, ya que es la parte del cuerpo del can que m¨¢s sufre.
O quedarse hasta bien entrada la noche, cuando alguno de sus ¡°valientes¡± se ha extraviado a buen seguro, detr¨¢s de alguna res escapando de la suerte del montero.
Los que mas conocen a sus canes son ellos, los maestros rehaleros. Los perros son su vida y conocen perfectamente a cada uno de ellos. Por ello, siguen los consejos de los veterinarios a rajatabla tanto en lo referente a su salud como en desparasitaci¨®n.
Esto no es m¨¢s que un peque?o tributo a todos ellos, que hacen que nuestras jornadas monteras, sean todo un espect¨¢culo viendo cazar a sus perros.
Homenaje a los perros de caza mayor y a los perreros
Buen fin de semana montero y mucha precauci¨®n en el campo.
Comparto con vosotros un v¨ªdeo elaborado por Mutuasport en el que nos recuerdan las medidas de seguridad necesarias en un monter¨ªa.
?Gracias!