El nuevo escaqueo de Bale
Bale regres¨® anoche, a las nueve, tan campante. Su ausencia ha levantado una agitaci¨®n que seguramente ¨¦l ignorar¨¢. El florentinato, econ¨®mico con la verdad, filtr¨® primero la explicaci¨®n de que el lunes hab¨ªa entrenado y luego se hab¨ªa ido a Londres con permiso de Zidane. Pero ni lo uno ni lo otro: ha trascendido que viaj¨® a las nueve de la ma?ana, as¨ª que si hizo algo antes ser¨ªan flexiones al levantarse de la cama. En cuanto a Zidane, ayer dijo hasta tres veces, si no cont¨¦ mal, que el permiso se lo dio el club, un t¨¦rmino difuso. Eso son todos y no es ninguno. Bueno, todos menos Zidane, que se desmarc¨® de la autorizaci¨®n.
La causa habr¨ªa sido una charla personal con su agente, el nunca bien ponderado Barnett. La charla dur¨® bastante, ya que ha estado ausente dos jornadas completas, en las que se ha fumado el trabajo de recuperaci¨®n, o lo que sea que est¨¦ haciendo para superar su misteriosa dolencia. Tanto ocultar los partes m¨¦dicos de Bale durante a?os ha dado lugar por fin a una explicaci¨®n definitiva: que ¨¦l se acoge al derecho del paciente a la discreci¨®n. No s¨¦ c¨®mo no se les hab¨ªa ocurrido esta explicaci¨®n hasta ahora. Algunos malpensados deslizan que todo se reduce a un pulso a Zidane, pero eso es cosa de las malas lenguas, que nunca descansan.
Una cosa caracteriza a Bale: es un consentido. Lo compr¨® Florentino pensando que se tra¨ªa al siguiente Cristiano, con el que nunca estuvo a gusto, y ¨¦l se ha tomado y se sigue tomando unas licencias que a nadie se le consienten. Ahora mismo es un desgaste para la autoridad de Zidane y un mal ejemplo para la plantilla, donde es el que m¨¢s cobra pero est¨¢ lejos de ser el que m¨¢s hace. Hoy, obviamente, no estar¨¢, y lo que no sabemos es cu¨¢ndo s¨ª. Hay que agradecerle algunos buenos goles en finales, pero tambi¨¦n recordarle que para llegar a ellas hay que remar antes, y remar mucho y entre todos, en partidos de menos enjundia. Y ah¨ª se le ve poco.