El tiroteo hiere al f¨²tbol sala
No voy a entrar en argumentos jur¨ªdicos, porque tendr¨¢n que ser los tribunales y los juristas quienes resuelvan si la falta de un convenio es motivo suficiente para que la RFEF pueda arrebatar las competiciones nacionales a la LNFS, cuando lleva 30 a?os con esa gesti¨®n, la mayor¨ªa de ellos sin necesidad de r¨²brica. S¨ª puedo afirmar, porque ah¨ª est¨¢n sus resultados, que Javier Lozano, el presidente de la Liga de f¨²tbol sala, es uno de los mejores gestores del deporte espa?ol. Tampoco dudo de la validez de Luis Rubiales, su hom¨®logo federativo.
Lozano cogi¨® la competici¨®n de clubes en un profundo hoyo y la hizo rentable y visible. Ahora que la LNFS est¨¢ arriba puede parecer f¨¢cil, pero en absoluto es as¨ª. Basta comparar sus torneos con los de la propia Federaci¨®n. Mientras la primera fue capaz de llenar el WizinkCenter en la Copa de Espa?a 2018, la segunda fall¨® en el intento el pasado febrero con un Espa?a-Brasil en Madrid. Mientras la primera llen¨® el Quijote Arena en sus Copas de 2015 y 2017, la segunda patin¨® este mayo con la Copa del Rey, en el mismo escenario. Los ejemplos sirven para confirmar que la RFEF no ha intervenido el f¨²tbol sala porque no funcione apropiadamente, sino porque aspira a la explotaci¨®n de una disciplina que en tiempos dej¨® abandonada. Bien es cierto que no fue Rubiales, sino su antecesor, ?ngel Mar¨ªa Villar.
Detr¨¢s de este movimiento asoma la eterna pelea por el modelo del deporte mundial que mantienen federaciones y organizaciones privadas: FIBA-Euroliga, Davis-ATP, FINA-ISL¡ En Espa?a, el pulso ha alcanzado su m¨¢xima expresi¨®n en la guerra abierta RFEF-LaLiga, o Rubiales-Tebas. La actualidad del d¨ªa est¨¢ salpicada por sus l¨ªos de principio a fin: el Cl¨¢sico, el partido de Miami, los ¨¢rbitros, el convenio femenino, los derechos audiovisuales de la Copa¡ El f¨²tbol sala s¨®lo es una v¨ªctima m¨¢s del incesante tiroteo.