El pulso por el negocio del deporte
En estos d赤as estaba prevista la celebraci車n en Tur赤n del Energy for Swim, un mitin que iba a repartir suculentos premios a los nadadores m芍s ilustres, entre ellos a Katinka Hosszu y Chad Le Clos, nombrados el pasado domingo como los mejores del a?o por la FINA. A los mandos estaba el multimillonario ucranio Konstantin Grigorishin, que financia la reci谷n nacida International Swimming League (ISL), una liga que iba a promover eventos por todo el mundo. La Federaci車n Internacional vio el peligro de perder la tarta y prohibi車 la participaci車n de los nadadores en una competici車n que est芍 fuera de su tutela, bajo la amenaza de excluirlos de los Juegos Ol赤mpicos. Los deportistas han denunciado a la FINA por incumplir la ley antimonopolio. Y la FINA ha respondido con la creaci車n de un torneo con mayores premios: la Champions Swim Series.
Detr芍s de estos movimientos late el pulso, acentuado 迆ltimamente, de las federaciones internacionales contra organismos privados por dominar sus disciplinas. Lo vemos tambi谷n con los conflictos entre la ITF y la ATP por la Copa Davis o entre la FIBA y la Euroliga por las Ventanas. Nataci車n, tenis, baloncesto# En el fondo est芍 en juego el modelo del deporte. Ya ha habido sentencias a favor de su liberalizaci車n, como la que dio la raz車n en la Comisi車n Europea a los patinadores Tuitert y Kerstholt para competir en pruebas fuera del paraguas de la ISU. Estas decisiones ponen en jaque a las federaciones, que cada vez pierden m芍s el control de su negocio. Uno de sus argumentos, coherente, es plantear qui谷n va a formar a los deportistas en la base si el organizador privado toma el poder. Un debate con mucha miga.