Zidane y los mismos ¡°once cabroncetes¡±
Prop¨®sito de enmienda se llama la figura. Zidane, que se quej¨® de ¡°falta de intensidad¡± en Par¨ªs, sac¨® ¡®a los mismos once cabroncetes¡¯, expresi¨®n cari?osa que dej¨® para la posteridad Toshack, y le respondieron. No eran exactamente los mismos once, porque estuvo Ramos en lugar de Militao, que no es poco. Pero los otros diez ven¨ªan del vapuleo en Par¨ªs y jugaron de muy otra manera en el S¨¢nchez Pizju¨¢n, campo dificil¨ªsimo para el Madrid. Les fue mejor porque jugaron de muy otra manera: equipo mucho m¨¢s corto, Bale y Hazard retrocediendo para proteger las bandas, atacando con muchos, defendiendo con muchos.
Tambi¨¦n el Sevilla es eso. La fuerza del bloque es su imagen de marca en este siglo que tan bien lleva. Un equipo potente, seguro, que se despliega y repliega con rapidez. Una fortaleza volante. Eso hizo del partido un serio pulso entre dos grupos en los que no hab¨ªa descuidos. De ah¨ª tan pocas ocasiones de gol. Fue un partido de porteros ociosos. Pero siempre estaba presente una cosa: el Madrid ten¨ªa m¨¢s por delante. El Sevilla carec¨ªa del filo que s¨ª se adivinaba en el Madrid, con Bale, Benzema y Hazard como ataque, m¨¢s la proximidad de James. As¨ª que Courtois no intervino nada, Vaklic algo, y hasta encaj¨® un gol.
Un gran gol, por cierto. Con ese solitario gol (otra vez la cabeza de Benzema), el Madrid se ve arriba de la tabla, codo a codo con el Athletic. Mourinho hab¨ªa dado muestras de inesperada prudencia el otro d¨ªa al comentar en Cuatro que el Madrid segu¨ªa bien situado en LaLiga, y he aqu¨ª que pronto los hechos le han dado la raz¨®n. El f¨²tbol crea sensaciones exageradas. Zidane, al que ve¨ªamos K.O., dio una nueva oportunidad a los fracasados de Par¨ªs y ellos le respondieron con un partido bravo, atento y sufrido, bien ganado. Eso indica que est¨¢n con ¨¦l, que aunque la plantilla est¨¢ mal dise?ada, que lo est¨¢, el grupo est¨¢ decidido a hacer las cosas lo mejor posible.