Dios bendiga la Laver Cup
Sin ella, nunca hubi¨¦ramos podido ver a Federer y Nadal regalando algunos sabios consejos a sus compa?eros de equipo, habituales rivales en el circuito.
Tercera Laver Cup y tercera victoria del equipo europeo (13-11), que remont¨® un marcador de 7-11 en contra en la ¨²ltima jornada, tras la victoria en el doble y el triunfo de Fritz sobre Thiem. Federer (¨²nico tenista que cuenta todos sus duelos individuales por victorias en el torneo)?y Zverev lograron que la Copa Laver se mantuviese en territorio europeo. ?Qui¨¦n dijo presi¨®n¡? A pesar del claro dominio europeo en el ranking ATP, el 'factor de dobles' igual¨® mucho la contienda. Europa mand¨® en los individuales (6-3, 12 puntos a 6) y el equipo del resto del mundo en los dobles (1-2, 1 punto frente a 5).
En Ginebra hubo m¨¢s emoci¨®n incluso que en las pasadas ediciones de Praga (13-8) y Chicago (15-9). El sistema de puntuaci¨®n de la competici¨®n, en el que los resultados del primer d¨ªa valen un punto, los del segundo dos y los del tercero tres, introduce mucho picante y mantiene la tensi¨®n competitiva hasta la ¨²ltima jornada. Aunque cualquiera de los dos equipos ganase los ocho primeros duelos, sumar¨ªa un 12-0 que podr¨ªa no ser definitivo en caso de perder todos los cuatro enfrentamientos del tercer d¨ªa, lo que avocar¨ªa a un doble de desempate.
A pesar de contar ¨²nicamente con tres ediciones hasta la fecha, el invento feliz de Federer que homenajea al gran Rod Laver, y recupera a la dupla Borg-McEnroe, parece consolidado dentro del apretado calendario ATP. A pesar de no repartir puntos, reparte mucho dinero entre las estrellas, que disfrutan con un ambiente singular de tenis por equipos y un formato sin cors¨¦s, que se ajusta muy bien a los requerimientos del show televisivo. Sin menoscabo, a mi juicio, del aspecto competitivo, como demuestra el lleno y el ambiente emotivo visto en el Palexpo de Ginebra.
Y es que, de no ser por la Laver Cup, nunca hubi¨¦ramos podido ver a Federer y Nadal compartiendo pista en un partido de dobles o regalando algunos sabios consejos a sus compa?eros de equipo, habituales rivales en el circuito. La Laver Cup ha ofrecido m¨¢s im¨¢genes ¨ªntimas del tenis que ning¨²n otro torneo antes. No cabe duda de que hab¨ªa un claro margen de mejora en los torneos, como ya lo hubo en el reglamento con la incorporaci¨®n del ¡®Ojo de halc¨®n¡¯. A la espera de comprobar las novedades que promete la nueva Copa Davis (del 18 al 24 de noviembre en Madrid) organizada por Piqu¨¦, parece claro que la innovaci¨®n le ha sentado bien al tenis.