El ejemplo del Baloncesto Espa?ol
No s¨¦ c¨®mo terminar¨¢ la gran final de esta Copa del Mundo, pero este viernes que hemos vivido en Beijing forma parte ya de la historia de las grandes leyendas de nuestra Selecci¨®n y nuestro baloncesto.
La extraordinaria victoria sobre Australia es un ¨¦xito hist¨®rico de este equipo ya inolvidable, del que tambi¨¦n forman parte todos los jugadores y t¨¦cnicos que han ayudado a llegar hasta aqu¨ª, en este maravilloso viaje que iniciamos hace ya casi dos a?os, pero sobre todo es el ¨¦xito de un Baloncesto Espa?ol al que representan con esp¨ªritu, car¨¢cter, competitividad, talento y la encarnaci¨®n de los valores que lo han hecho grande desde la base de la pir¨¢mide hasta la Liga Endesa, la mejor del mundo tras la NBA, en la que, por cierto, nuestros jugadores hace ya muchos a?os que son una referencia.
Porque medallas como la que Espa?a se colgar¨¢ en la capital china no son fruto de una coyuntura, sino resultado del trabajo, el esfuerzo y el compromiso de todos, tambi¨¦n de nuestros clubes, entrenadores y ¨¢rbitros, reconocidos en todo el mundo. Y, sobre todo, de la uni¨®n: un Baloncesto Espa?ol unido por objetivos comunes no es s¨®lo las ocho medallas que hemos celebrado este verano sino sobre todo un proyecto imbatible, que lidera pr¨¢cticamente todos los r¨¢nkings, masculinos y femeninos, y que levanta la admiraci¨®n y el reconocimiento all¨¢ donde va.
No podemos m¨¢s que estar orgullosos de nuestro pasado y del maravilloso legado que han dejado todos los que han precedido a esta Selecci¨®n, pero este presente es inolvidable y el futuro m¨¢s que ilusionante. Este es el gran ejemplo del Baloncesto Espa?ol, que en esta Copa del Mundo ha escrito otra de sus p¨¢ginas m¨¢s legendarias de su brillante historia reciente. Y las que vendr¨¢n¡
Celebr¨¦mosla durante unas horas pero prepar¨¦monos para los ¨²ltimos 40 minutos de la Copa del Mundo, porque como han dicho todos los jugadores antes de entrar en el vestuario tras su impresionante exhibici¨®n, esto no ha acabado. Y si lo dicen ellos, hay que creerles hasta el final. Hoy y siempre.