Djokovic-Federer: el nuevo Partido del Siglo
Todav¨ªa nos frotamos los ojos ante lo que acabamos de presenciar: una final de leyenda, el nuevo Partido del Siglo. Hab¨ªamos proclamado como tal aquel apasionante duelo de 2008 entre Roger Federer y Rafa Nadal, cuando el espa?ol fue capaz de tumbar al mito en su jard¨ªn de Wimbledon, en un largo e igualado encuentro que se hizo m¨¢s largo e incierto por los parones por la lluvia. El choque de este domingo ha superado a aquel, o al menos nos abre un interesante debate. Y no s¨®lo me refiero a esos nueve minutos m¨¢s de juego real, que la convierten en la final m¨¢s larga de la historia, en detrimento de aquella. Me refiero m¨¢s bien a las emociones vividas durante estas casi cinco horas, con?el n¨²mero uno del mundo, Djokovic, en su defensa del t¨ªtulo ante el n¨²mero uno de la historia y recordman del torneo, Federer.
El pasado curso nos dej¨® la sensaci¨®n de que Federer no iba a ganar otro Grand Slam. Incluso Toni Nadal lo escribi¨® en su habitual columna en El Pa¨ªs. A sus 37 a?os, los partidos a cinco sets se le comenzaban a atragantar. Por eso esta final se vivi¨® como una ¨²ltima oportunidad en Wimbledon, en su escenario m¨¢s glorioso. No estaba claro que pudiera doblegar a Djokovic, pero seg¨²n avanzaron los juegos y la posibilidad fue tomando cuerpo, el p¨²blico de la Catedral se fue decantando sin disimulo hacia el suizo. No s¨®lo all¨ª. El universo al completo. A Nole le toc¨® el rol de malo, y m¨¢s cuando salv¨® esas dos bolas de campeonato con Roger al servicio. La historia no tuvo un cierre feliz, pero s¨ª un cierre justo, porque pudo ganar cualquiera. Y esa incertidumbre, esa emoci¨®n, ese espect¨¢culo, convirti¨® el duelo en una final de leyenda.