Federer vuelve a la tierra
Roger Federer volvi¨® a poner los pies en la tierra, casi tres a?os despu¨¦s de su ¨²ltima presencia: un lejano 12 de mayo de 2016, con derrota ante Thiem en los octavos de Roma. Luego, con la espalda maltrecha, no acudi¨® ese a?o a Roland Garros. Ni tampoco al siguiente. Ni al siguiente. Dos temporadas enteras sin patear la tierra se antojan un exceso para quien, por aclamaci¨®n popular, luce el n¨²mero uno de la historia. El n¨²mero uno tiene que serlo en todas las superficies, le recordaron desde el propio mundillo del tenis. Tambi¨¦n asistir a los grandes escenarios. Su edad y el riesgo de lesiones le hicieron m¨¢s prudente. Y sus incondicionales aceptaron y hasta justificaron sus ausencias, si eso significaba que pudiera dilatar m¨¢s el final de su carrera. Se agradece su regreso al albero. Nunca debi¨® faltar tanto tiempo.
Federer ha reconocido que se equivoc¨® al olvidar la arcilla durante dos cursos. Para su reaparici¨®n ha elegido Madrid, el torneo m¨¢s c¨®modo sobre esta superficie para sus caracter¨ªsticas, porque la altitud genera unas condiciones afines a su estilo. Aqu¨ª se le trata con mimo. Hasta la alcaldesa Manuela Carmena le sirvi¨® como gu¨ªa durante un paseo. Se le aplaude all¨¢ donde pisa, despierta admiraci¨®n. L¨®gico. Es una leyenda. Como ya va camino de los 38 a?os, que cumplir¨¢ en agosto, este retorno tambi¨¦n se ha interpretado como el inicio del final, y hasta se especula con su ¨²ltimo Roland Garros. Roger no ofrece pistas, aunque a Rod Laver le confes¨® que le encantar¨ªa jugar hasta los 40. Si es as¨ª, le pedir¨ªamos que no vuelva a olvidar este cari?o. Ni la tierra. Pero, por si acaso, disfruten de cada raquetazo. Por si es el ¨²ltimo.