La nueva espantada de Federer
Roger Federer retorn¨® este lunes al n¨²mero uno mundial. Lo hace en plena inactividad, en periodo de reposo. Tambi¨¦n Rafa Nadal accedi¨® la ¨²ltima vez al trono cuando se recuperaba de una lesi¨®n. Aunque suene extra?o, no es una situaci¨®n injusta. La clasificaci¨®n ATP mide un a?o natural. No hay trampa ni cart¨®n. Por eso no se puede cuestionar que el suizo ocupe hoy esa privilegiada plaza. Otra cosa diferente es su ausencia, por segundo a?o consecutivo, de la tierra batida. En 2017 se tom¨® con comprensi¨®n, porque se hab¨ªa dado un buen tute al inicio de la temporada, con victorias en Australia, Indian Wells y Miami, tras venir de una lesi¨®n. Entonces se entendi¨® como una excepci¨®n y se acept¨® con la deferencia que merece su leyenda. Este a?o, el tute ha sido parecido, pero su nueva espantada ya no se ve con tan buenos ojos.
Todo lo que se repite pierde la categor¨ªa de excepci¨®n. Hay dos cosas chirriantes. La primera es que el mejor del mundo no juegue en todas las superficies, como el propio Federer hizo durante tanto tiempo. Y la segunda, a mi entender m¨¢s importante, la desconsideraci¨®n hacia los torneos y sus ciudades. Por segundo a?o, ni Montecarlo, ni Madrid, ni Roma, ni Par¨ªs?disfrutan del mito suizo. En el caso de Par¨ªs, adem¨¢s, lo hizo por partida doble en 2017, porque tampoco asisti¨® a Bercy. Aquello produjo cr¨ªticas de Guy Forget: "Empobrece la ATP". Y ahora se las hemos escuchado a Gerard Tsobanian, presidente del Mutua: "Un competidor debe respetar el deporte y competir todo el a?o". El se?or¨ªo tradicional de Federer le ha protegido siempre de las cr¨ªticas, pero en este caso me parece m¨¢s constructivo exponerlas, que venerar incondicionalmente su aura.