Messi bail車 y Valverde call車 muchas bocas
De ser arrasado en la primera parte a esperar con paciencia a encontrar el momento en el que darle la vuelta al marcador. M芍s all芍 de que el Sevilla estuviese f赤sicamente muy justo y que la primera parte del Barcelona no fuese digna de un equipo que pretende ganarlo todo, la reacci車n de los azulgranas fue brutal. Demostr車 tener ambici車n, hambre y que al mejor futbolista de la historia, Lionel Messi, le quedan muchas tardes de gloria y alegr赤as que dar a los que realmente aman al f迆tbol.
Los nerviositos, esos que hacen an芍lisis precipitados de lo que es un partido y sacan conclusiones antes de tiempo, tuvieron que comerse la verg邦enza. Es verdad que el Sevilla en la primera parte hizo lo que quiso por el costado derecho. Promes, Sarabia y Navas encontraron una v赤a a la gloria ante las excursiones de Jordi Alba en busca del ataque sevillista y las desajustadas coberturas de Piqu谷 y Umtiti. Pero claro, para algo est芍 el descanso, la reflexi車n y el conocimiento de un entrenador.
Valverde movi車 hilos, se carg車 a Arturo Vidal, mand車 a la ducha a Semedo y de su carpeta amarr車 un 4-2-3-1 que cambi車 la cara al equipo y toc車 la tecla perfecta. Apoyado en un imperial Messi, el entrenador vio c車mo el equipo entendi車 el mensaje, la desgana se convirti車 en ilusi車n y que la felicidad que ten赤an los perseguidores en LaLiga se acababa convirtiendo en la frustraci車n de casi todos los meses de febrero-marzo. Hay Liga, s赤, cierto, claro que hay Liga, pero el campe車n y actual l赤der la quiere seguir acunando.