Messi, el terror del Pizju¨¢n
Un hat-trick del argentino rescata a un Bar?a que tuvo que remontar dos veces ante el Sevilla. Luis Su¨¢rez rompi¨® su mala racha para asegurar el golpe encima de la mesa del Bar?a.
Pu?etazo encima de la mesa del Bar?a en LaLiga y en el inicio de su semana grande mediante un Messi descomunal que volvi¨® a demostrar que es el terror del Sevilla, un equipo al que tortura con sus goles. Tres marc¨® en Nervi¨®n para remontar un partido que se le hab¨ªa puesto complicad¨ªsimo al Barcelona, que remont¨® para ganar 2-4 con Su¨¢rez marcando el ¨²ltimo en el descuento para romper su racha y cargar pilas de cara a los dos Cl¨¢sicos que se avecinan.
Messi, el terror del Pizju¨¢n
A pesar de que se hab¨ªa anunciado por tierra, mar y aire que el partido del Pizju¨¢n pod¨ªa valer media Liga, sali¨® el equipo de Valverde otra vez a jugar con una caraja impresentable que le puso las cosas muy f¨¢ciles a los de Mach¨ªn desde el inicio. ?nicamente el toque de corneta de Messi reenganch¨® al equipo blaugrana a un partido que marca un antes y un despu¨¦s antes de enfrentarse al Madrid.
Sorprendi¨® el Sevilla en el planteamiento con una defensa de cuatro, arras¨® en la actitud, super¨® en intensidad y mostr¨® un colmillo m¨¢s afilado desde el inicio que los cul¨¦s. Ya a los 57 segundos de encuentro, Promes se plant¨® solo ante Ter Stegen, que realiz¨® el primer milagro de la tarde. La jugada qued¨® invalidada por fuera de juego, pero era un avance del tormento que le esperaba al equipo catal¨¢n en laprimera parte.La segunda, ya ser¨ªa otra cosa.
En el Bar?a, Umtiti regresaba a la titularidad con muy poco rodaje, el centro del campo quedaba en manos de jugadores como Vidal, que no manten¨ªan la posesi¨®n ni un ratito, y delante, la imprecisi¨®n era el lema. Empezando por Messi. De Coutinho, que dej¨® en el banquillo a Demb¨¦l¨¦, ni hablamos.
Enseguida olfate¨® el Sevilla que la banda izquierda de la defensa blaugrana, que Alba dejaba una y otra vez desguarnecida, era un chollo para Navas, que forzaba contragolpes en superioridad tras las p¨¦rdidas a nivel industrial del Bar?a. Tras una de Messi, lleg¨® el tanto sevillista que se ven¨ªa anunciando desde el inicio. Navas marc¨® tras su en¨¦sima progresi¨®n por la autopista de su carril. Marc¨® ¨¦l como pod¨ªa haber marcado cualquiera de los dos delanteros que estaban libres de marca.
Pareci¨® resucitar el Barcelona tras el arranque de genialidad de Messi, que incluso en los d¨ªas malos tiene una jugada para enmarcar como fue el gol de volea. Pero ni por esas se recuper¨® el Barcelona. El equipo cul¨¦ desperdici¨® la oportunidad de jugar un nuevo partido. Los 20 minutos que restaban hasta el final de la primera parte volvieron a ser de un Sevilla que maltrat¨® a un Bar?a que ¨²nicamente tuvo en los arranques de Piqu¨¦ cierta verg¨¹enza.
Sin control, sin centro del campo y perdiendo todos los duelos individuales, el Bar?a volvi¨® a hacer aguas en la banda izquierda de su defensa hasta el punto de permitir que Mercado adelantara a su equipo al filo del descanso.
Cambi¨® el esquema Valverde en la segunda parte dando entrada a Demeb¨¦l¨¦ y Sergi Roberto para jugar con el 4-2-3-1 con el que remont¨® ante el mismo Sevilla en T¨¢nger a final de la Supercopa. Mach¨ªn vio la jugada de Valverde y reaccion¨® de inmediato dando entrada al Mudo V¨¢zquez.
El partido pas¨® a convertirse en una loter¨ªa de ida y vuelta. La tuvo el Bar?a en un remate grotesco de Demb¨¦l¨¦, en otro de Messi, pero Sergi G¨®mez se multiplicaba y aparec¨ªa por todos lados. La lesi¨®n de W?ber oblig¨® a variar el esquema defensivo del Sevilla, que volvi¨® a los tres centrales. El Bar?a se hizo el due?o del partido mientras el Sevilla aguardaba su oportunidad, que pudo llegar en una entrada de Kjaer a Su¨¢rez en el ¨¢rea que ni Mateu ni el VAR consideraron.
Con el Sevilla acobardado, Messi se agigant¨® y convirti¨® cada una de sus acciones en un silencio tr¨¢gico en el Pizju¨¢n. Marc¨® el segundo con la derecha casi marca el tercero desde fuera del ¨¢rea y defini¨® el partido con un toque sublime tras un disparo de Ale?¨¢. El cuarto lo marc¨® Su¨¢rez cuando el Sevilla quemaba sus naves. El que le asisti¨® fue... Messi.
Toda una carta de presentaci¨®n de cara a lo que se avecina en Madrid tras una segunda parte descomunal y un Messi que ya ha arrasado Sevilla y ahora mira al Bernab¨¦u.