Definitivamente el VAR no ha convertido el f¨²tbol en un deporte mejor
?F¨²tbol o football?. M¨¢s all¨¢ de forofismos y del color con el que se mire cada jugada, el v¨ªdeoarbitraje no es que no sea la panacea, es que ha convertido al f¨²tbol en otro deporte. Desde mi humilde punto de vista en un juego m¨¢s lento, menos natural y no mucho m¨¢s justo. Seguro que hace justicia en jugadas importantes, pero la sensaci¨®n de injusticia se multiplica en los errores. No hay m¨¢s que ver el porcentaje de quejas de los clubes en lo que va de Liga, ya sea con llamadas en caliente o con notas lacrim¨®genas. La importancia de la realizaci¨®n televisiva se convierte en desmesurada, cuando la c¨¢mara lenta es una gran mentirosa. Las l¨ªneas del fuera de juego ser¨¢n siempre imperfectas e incluso el momento exacto en el que sale el bal¨®n de la bota del que da el pase tiene un margen de error.
Menos espontaneidad. Todas las reglas que cambiaron en el f¨²tbol, como la de no poder cederle el bal¨®n al portero y que lo cogiese con la mano, buscaban la mejora del espect¨¢culo y la continuidad en el juego. El VAR choca con ese esp¨ªritu. Ralentiza e incluso eterniza los partidos, le quita naturalidad a los festejos de los goles y tiene un evidente efecto psicol¨®gico en el equipo que se siente perjudicado con la decisi¨®n. No se trata de estar en contra de la tecnolog¨ªa. Seguro que hay unanimidad respecto a la aportaci¨®n del 'ojo del halc¨®n' a la l¨ªnea de gol. Detr¨¢s de la tecnolog¨ªa, en Las Rozas, hay otro ¨¢rbitro, con cara y ojos, que recomienda entrar o no a su compa?ero, que decide lo que es interpretable o lo que es un error flagrante, las famosas jugadas grises. Eso s¨ª, el gran cambio es que los dedos conspiranoicos se?alan ahora hacia Las Rozas en lugar de hacia los ¨¢rbitros que est¨¢n en el c¨¦sped.
La hora de la verdad. Visto lo visto, parece un error que la UEFA haya decidido implantarlo en la fase de cruces de la Champions, donde seguro que algunas decisiones van a costar eliminaciones y con ¨¢rbitros que no han vivido esta tecnolog¨ªa en sus campeonatos dom¨¦sticos. Da v¨¦rtigo pensar en el final de Liga, cuando est¨¦n en juego t¨ªtulos, clasificaciones europeas o dram¨¢ticos descensos. Con tanto en juego, el clima en los errores, que los seguir¨¢ habiendo, va a ser irrespirable.
El mejor Madrid. El regreso de la competici¨®n continental coincide con el punto ¨¢lgido del equipo blanco, capaz de tutear al Bar?a en el Camp Nou, de minimizar al Atleti en el Wanda y de sentirse a¨²n capaz de pelear la Liga. Solari, que ha sido valiente en sus decisiones, debe conjugar esa mejor¨ªa con la recuperaci¨®n de jugadores vitales, como Marcelo. Sin competir es imposible recuperar el estado de forma. Quiz¨¢s sea buen d¨ªa para dejarle proyectar su alegr¨ªa.