Morata, Vinicius, Griezmann, Benzema...
Me gusta el derbi madrile?o. En cierto modo, m¨¢s que el Cl¨¢sico, quiz¨¢ porque se ha hecho tan universal que lo considero menos m¨ªo. Adem¨¢s, esa condici¨®n extraordinaria del Cl¨¢sico es cosa relativamente reciente, mientras que lo del derbi (de Madrid, de Barcelona o de donde sea) forma parte de nuestras biograf¨ªas de viejos aficionados desde siempre. Cada nuevo partido evoca todos los anteriores, porque los colores mezclan igual, y no cuesta ver debajo de esa camiseta de hoy a los h¨¦roes de anta?o. En este, por cierto, tendremos todos un recuerdo para Isacio Calleja, el futbolista abogado que tantos derbis jug¨®, con acierto y nobleza.
Este viene bueno. Los dos equipos est¨¢n bien, con ambos entrenadores fuertes, firmes, prestigiados, bien implantada su idea en el grupo al que dirigen, cimentado su cr¨¦dito en buenos resultados. Morata viene a ser novedad, por el cambio de acera, que le ha devuelto al mismo sitio en cuya cantera empez¨®. Vinicius tambi¨¦n lo es en cierto modo, porque todav¨ªa se trata de un principiante que estrena sensaciones y escenarios. Son dos de las figuras que reclaman la atenci¨®n entre nosotros. En Francia, como nos cuenta Hermel, la mirada estar¨¢ m¨¢s bien sobre Benzema y Griezmann, erigidos en las respectivas figuras de los equipos.
Las incipientes dolencias de Messi permiten, al que sea lo bastante optimista, mirar LaLiga todav¨ªa como una posibilidad. Qui¨¦n sabe. En todo caso, lo que est¨¢ en juego por encima de todo es, como siempre, ¡®la honrilla¡¯, esa picadita de haberle ganado el ¨²ltimo partido al rival. Son los puntos de la tabla, que esta vez no se sabe si servir¨¢n para mucho o para poco, porque a la larga da igual ser segundo que cuarto, pero sobre todo es la ma?ana siguiente, en el caf¨¦, el aula o la oficina, y tambi¨¦n la tarde, y todas las que vengan despu¨¦s hasta el siguiente derbi. M¨¢xima rivalidad, dec¨ªamos antes. Eso sigue siendo: m¨¢xima rivalidad.