Los da?inos paseos del Bar?a
El FC Barcelona levant¨® el domingo su octava Copa Asobal consecutiva. El ¨²ltimo triunfador diferente hab¨ªa sido el Ciudad Real, en la campa?a 2010-11. La victoria en Lleida tambi¨¦n supuso el 23? t¨ªtulo nacional seguido del Bar?a. Para encontrar otro campe¨®n en un torneo espa?ol hay que irse al 4 de mayo de 2013, cuando el Atl¨¦tico de Madrid conquist¨® la Copa del Rey. La desaparici¨®n del equipo rojiblanco, heredero del Ciudad Real, puso fin a la ¨²ltima oposici¨®n del club azulgrana. Desde entonces, y han pasado ya m¨¢s de cinco a?os, los partidos del Barcelona se contabilizan como paseos, salvo contad¨ªsimas excepciones. La temporada pasada transcendieron como haza?as rivales su derrota ante el Granollers y el empate ante el Guadalajara, sin consecuencias para la Liga. No ha sufrido m¨¢s tropiezos.
El Bar?a no tiene que pedir perd¨®n por ser superior, faltar¨ªa m¨¢s, pero su dominio es da?ino para el balonmano espa?ol, que ha perdido inter¨¦s general. Ning¨²n canal estatal emiti¨® la final del domingo, s¨®lo Esport 3 en Catalu?a, m¨¢s el streaming de LaLiga TV. Si alguien sigui¨® el partido por una de esas v¨ªas, vio a un finalista, el Bidasoa, que no marc¨® su primer gol hasta el minuto 14. Resultado: 37-23. Lo de siempre. El Barcelona, que puede asumir altas p¨¦rdidas gracias al f¨²tbol, maneja un presupuesto sobre los 8 millones de euros, diez veces m¨¢s que el club irundarra. El segundo club m¨¢s rico, el Ademar Le¨®n, tiene 1,5 millones. Esta rotunda realidad deja al Bar?a con el ¨²nico horizonte de Europa, aunque en la ¨²ltima Champions se estrell¨® en octavos. La menor intensidad de su liga dom¨¦stica tampoco le ayuda mucho.