El cabreo de Modric
Cabreo de Modric. Parece andar por los campos animado solo por cumplir con una pasi¨®n tranquila, el f¨²tbol del medio campo; a veces se aproxima al ¨¢rea y dispara como si se acordara de que tambi¨¦n puede meter goles. Celebra con sobriedad, regala pases, hizo grande a su selecci¨®n y en el Madrid cumple una funci¨®n que se parece a la que tuvo Xavi en el Bar?a. Cuando empezaba la temporada apuntaba para d¨ªscolo, quiso irse, pero lo convenci¨® la vida, el Madrid es muy grande. Ahora es una perla alojada en un equipo desconcertado. Y est¨¢ cabreado. No con su equipo, no.
Contra Cholo. No est¨¢ cabreado con su equipo, no parece, est¨¢ cabreado con Simeone. Considera que ha sido desconsiderado con ¨¦l, porque cuando el Bal¨®n de Oro lo acus¨® de servirse del Madrid para agrandarse. ?l le record¨® su trabajo con la selecci¨®n croata y, tambi¨¦n, la responsabilidad de los que le votaron. Cholo se precipita: si hay perlas en el f¨²tbol mundial una es este hombre que parece ani?ado y cuya voz se parece a su f¨²tbol, contundente y redondo, rotundo, como el cante jondo o como, ay, la historia dura de su pa¨ªs, alegrado ahora por el f¨²tbol de Modric. No fue justo Cholo con ¨¦l. En general, es un modo de ser de Cholo.
Populistas
Cholo es populista, dijo Modric; es su modo de ser, s¨ª, es populista. En realidad, este Atl¨¦tico que se acost¨® el s¨¢bado emparejado con el Bar?a es m¨¢s popular que sus dirigentes hist¨®ricos, el m¨¢s notorio de los cuales no era s¨®lo popular, sino populista. Su f¨²tbol es bronco, casi gritado, en el que Griezmann, que fue competidor de Modric en la famosa competici¨®n de ases, muestra la cara de mayor exigencia est¨¦tica. Cholo ha recreado el populismo de campo; Jes¨²s Gil fue populismo de sala vip. Cholo ha hecho del sufrimiento (del campo, del grader¨ªo) una se?a de identidad.
Sufrir para qu¨¦. Si el equipo no sufre, dec¨ªa Sabina, no es el Atl¨¦tico. Qu¨¦ manera de sufrir, canta el admirable poeta de ?beda, que podr¨ªa cantar esto que aparece all¨¢ arriba, el admirable verso de Manuel Alc¨¢ntara, que da nombre al premio que Alfredo Rela?o ha recibido por su trabajo. Lo celebraron en Carrusel, y el premiado record¨® que desde hace m¨¢s de cuarenta a?os guarda un recorte de un escrito del poeta. Como m¨²sica de fondo de Carrusel, el f¨²tbol como sufrimiento. Sufre Isco, sufre su equipo, sufre Varane. Y sufre Roncero, nunca lo hab¨ªa escuchado tan enfadado. ?Sufrir el Madrid?, dijo, ?pero de qu¨¦ estamos hablando?
Confesi¨®n de Varane. Lo que enfureci¨® a Roncero fue la confesi¨®n de Varane. Dijo el franc¨¦s que el Madrid, que padeci¨® el s¨¢bado como si tuviera saba?ones en el alma, ha de sufrir para ganar. Nuestro compa?ero no est¨¢ de acuerdo. Y, en efecto, en la tradici¨®n del Madrid no hay esa obsesi¨®n atl¨¦tica por ganar el pan con el sudor de la frente. Desde que tengo memoria, el Madrid impon¨ªa respeto y miedo, y potencia, al salir al campo. Ahora sufre, dice Varane, y el franc¨¦s considera que eso es lo que tiene que pasar. ?Un destino? No parece. Parece m¨¢s bien una larga gripe que el Mundialito convertir¨¢ en simple resfriado.
Dorado cataclismo. Ya no ser¨¢ Miami capital de LaLiga. El Bar?a de Bartomeu no tiene el horno para bollos, y el Bar?a mismo, el que juega en el campo, con Busquets al frente, no lo ve claro. Cuando un futbolista no ve claro lo que va a hacer su directiva, la directiva tiene que mirar al vestuario. El f¨²tbol es de los que juegan. La intromisi¨®n de las directivas causa muchos descalabros, entristece a sus futbolistas. Sus salarios son potentes, pero eso no permite que su manejo sea f¨¢cil, al contrario. Y Miami fue una utop¨ªa in¨²til que ahora se convierte en olvido, un dorado cataclismo. Alc¨¢ntara tiene met¨¢fora para todo.