No reblar y no ceder al desaliento
Sin reblar, ese es el grito guerrero del Huesca. Reblar es palabra aragonesa que significa rendirse, y eso es lo que niegan sus dos himnos, el de la ciudad, del maestro Montorio (un m¨²sico excelente que tambi¨¦n fue autor del Soy Minero) y el del club. No rebla el Huesca a pesar de que vive en una paradoja que desalentar¨ªa a muchos: es el ¨²nico equipo de las cinco grandes ligas que disparando 35 veces a puerta no gana el partido, le pas¨® frente al Levante. Es uno de los cuadros que m¨¢s chuta, que menos disparos recibe y sin embargo va atr¨¢s.
Su oportunidad estar¨¢ en no reblar, no ceder al desaliento y sostener esas cifras porque la matem¨¢tica al final suele vencer. Hace medio siglo recibi¨® al Real Madrid en uno de aquellos partidos que se organizaban para rodar a los suplentes, lo mismo que hac¨ªa el Atl¨¦tico de Madrid con su "Equipo volante" pero el de hoy no es una deferencia del Madrid: es un derecho liguero que se ha ganado el Huesca de Primera Divisi¨®n. El futuro dir¨¢ d¨®nde juega la que viene; una cosa es firme: al alcanzar la m¨¢xima categor¨ªa del f¨²tbol su consolidaci¨®n como club ser¨¢ definitiva. Y los sue?os que parec¨ªan imposibles, realidades a las que aspirar.