Otra mentira del dopaje
He dicho y seguir¨¦ diciendo hasta que deje de tener uso de raz¨®n que el tema del dopaje es pura pol¨ªtica. Es mentira, falsedad e hipocres¨ªa. Se gastan ingentes cantidades de dinero en los controles antidopaje. Los mejores laboratorios del mundo no se utilizan para curar las enfermedades sino para detectar A aquellos deportistas que utilizan sustancia prohibidas para alterar el resultado de la competici¨®n. Y cuando resulta que dan positivo de verdad en el dopaje, siempre hay artilugios legales que retrasan las causas jur¨ªdicas hasta que mueren en los archivos del olvido. O, por el contrario, las autoridades deportivas hacen caso omiso de los resultados anal¨ªticos y permiten que el deportista siga compitiendo para que el factor econ¨®mico de la competici¨®n no se resienta. Y de vez en cuando alg¨²n chivo expiatorio cae sancionado de forma desproporcionada.
En el caso de mi admirado Ramos, ahora se le quiere acusar de dopaje por una sustancia que est¨¢ perfectamente tipificada por la Agencia Mundial Antidopaje en Sustancias Prohibidas, apartado S9, donde dice claramente: ¡°Est¨¢n prohibidos todos los glucocorticoides que se administren por v¨ªa oral, intravenosa, intramuscular o rectal.¡±. Y entre estos glucocorticoides menciona claramente la dexametasona. Estas sustancias est¨¢n prohibidas tanto dentro como fuera de la competici¨®n. Sin embargo, s¨ª se pueden administrar sin ning¨²n problema cuando se inyectan como infiltraci¨®n para curar una lesi¨®n. Nosotros, de forma sistem¨¢tica, cuando infiltramos un corticoide a un jugador, hacemos un informe firmado por el responsable m¨¦dico, indicando la patolog¨ªa y la justificaci¨®n de la medicaci¨®n administrada. Y en caso de que haya control antidopaje, adjuntamos el informe para que cuando salga positivo en el control se sepa cu¨¢l es la causa con lo cual no se abre expediente.
En este caso est¨¢ todo muy claro desde el punto de vista m¨¦dico y la literatura en contra al respecto obedece a otros intereses que nada tienen que ver con el deporte. Pero a¨²n voy m¨¢s lejos. Los glucocorticoides tambi¨¦n deben de poder administrarse por v¨ªa intramuscular cuando el cuadro patol¨®gico presentado por el deportista as¨ª lo requiera. Y siempre bajo prescripci¨®n y responsabilidad m¨¦dica. El ejemplo m¨¢s claro lo hemos tenido recientemente en el Tour, cuando a un corredor le ha picado una avispa y ha tenido que correr la etapa con un ojo casi tapado, con la clara disminuci¨®n de la visi¨®n y gran peligro para su salud y la del resto del pelot¨®n. Sin embargo, la falsa hipocres¨ªa y la ignorancia negaron el tratamiento al corredor.