Mosc¨² despert¨® la nostalgia por Cristiano
Empez¨® el partido con una sobrada descomunal de Kroos, que retras¨® el bal¨®n con un golpeo descuidado, a la remanguill¨¦, hacia la media luna de su propia ¨¢rea; Vlasic (por cierto, hermano de la sensacional saltadora) adivin¨®, se lanz¨® a la brecha, caz¨® el bal¨®n un instante antes que Varane, al que dej¨® en el camino, y lo aloj¨® junto al palo de Keylor. Iban 65 segundos de partido. Esa ventaja autoriz¨® al CSKA a hacer lo que hizo: encajonarse atr¨¢s y dejarle el campo y el bal¨®n al Madrid. Y hay que decir que defendi¨® bien. Con una l¨ªnea de seis al principio, luego de cinco, impecables todos de atenci¨®n, de br¨ªo, de sacrificio, de apoyos.
Con eso se encontr¨® el Madrid, que se pas¨® la noche remando r¨ªo arriba. Subiendo por los lados, manejando por el centro, lanzando faltas buscando in¨²tilmente un gol que no llegaba. Imposible entrar all¨ª. Y por arriba, para las faltas y los c¨®rners, faltaban Bale y Sergio Ramos, adem¨¢s de ¡®El Ausente¡¯. Con todo, el gol estuvo cerca en dos remates al palo, un tirazo de Casemiro desde fuera y un buen cabezazo de Benzema. Lopetegui toc¨® el equipo tras el descanso, metiendo a Mariano y Modric por Lucas V¨¢zquez y Casemiro. El equipo redobl¨® el br¨ªo, presion¨® mucho, pero el saldo fue otro remate al palo, un cabezazo terrible de Mariano.
Total, tercer partido consecutivo sin gol, cosa que no le pasaba al Madrid desde 2007, segunda ¨¦poca de Capello. El paliativo es que esta vez al menos hubo tres tiros al palo. Y aunque el resultado es un feo contratiempo, nadie piensa que amenace la clasificaci¨®n. Pero esto, claro, despierta con fuerza la nostalgia por ¡®El Ausente¡¯ que, como dijo Antonio Romero en Carrusel, resolv¨ªa estos partidos europeos. Cada temporada hab¨ªa venido marcando un chorro de goles en esta competici¨®n. Una vez lleg¨® a 17, en la ¨²ltima fueron 15. La idea de que el juego coral m¨¢s los goles de Bale y Benzema iban a compensar su marcha ya no cuela tanto.