?Qu¨¦ pasa con Muguruza?
Entre la angustia del Nadal-Khachanov (el vendaje en la rodilla de Rafa, adem¨¢s, siempre acongoja), el examen a la recuperaci¨®n definitiva de Novak Djokovic, la agitaci¨®n por la vestimenta de Serena Williams (que tiene la oportunidad de empatar a 24 Grand Slams con Margaret Court), relojes de saque, pol¨¦micas por el cambio de camiseta en juego de Aliz¨¦ Cornet, numeritos de Kyrgios y otras venturas y desventuras, se ha escurrido un poco por la gatera la derrota, con nocturnidad, de Garbi?e Muguruza en segunda ronda del US Open. La m¨¢s dolorosa en un grande, frente a Karolina Muchova, 202 del mundo. Y lo m¨¢s sangrante ¡ªesperemos que para ella tambi¨¦n y despierte su conciencia¡ª es que ya no sorprende. El US Open program¨® su primer partido en Nueva York en la pista 17. Un s¨ªntoma.
Muguruza apuntaba alt¨ªsimo, tanto que fue cuesti¨®n de Estado que jugara por Espa?a y no por Venezuela. Y confirm¨® su clase ganando Roland Garros 2016, Wimbledon 2017 y alcanzando el n¨²mero uno. Pero en 2018 s¨®lo ha levantado un torneo menor (Monterrey), su tope en un Grand Slam son las semifinales de Roland Garros, ha ca¨ªdo hasta el puesto 12? y las WTA Finals est¨¢n lejos. A la vez que rentabiliza sus logros pasados (seg¨²n Forbes es la cuarta deportista mejor pagada del mundo con m¨¢s de ocho millones de euros) no engorda la base para el futuro. Cada vez ocupa m¨¢s portadas de revistas de moda y menos deportivas (que no suene ventajista, es un hecho). Y su tenis con Sam Sumyk no evoluciona. Es momento de que reflexione. Serena se ir¨¢ pronto. El trono quedar¨¢ vacante. Y ella tiene trazas de reina.